Katsuhiko Hayashi, de la Universidad de Osaka, explicó esta semana en una conferencia sobre el genoma humano que había logrado dicho avance tras cambiar los cromosomas de una célula masculina de XY a XX. Posteriormente fabricó óvulos femeninos, llamados ovocitos, a partir de estas células masculinas y los fecundó para crear siete ratones con dos papás biológicos.
El descubrimiento aún debe ser validado por una revisión de pares científicos y todavía se encuentra en las primeras fases de desarrollo. No obstante, si se confirma, plantea la posibilidad de que algún día las parejas masculinas tengan sus propios hijos biológicos.