Orlando Cuicar M.
Hoy a 213 años del pronunciamiento del grito de libertad articulado por nuestros próceres de la independencia, ese grito, todavía está en el aire pidiendo concreción, con 70% de gobiernos militares y 30% de civiles, aun no somos libres, y de paso muy subdesarrollados.
El pueblo que en infinita devoción por los caudillos y hegemonías en vez de imitar y copiar los extraordinarios logros de otras sociedades exitosas con niveles de pobreza muy altos y sin recursos naturales, hoy son verdaderas potencias económicas, sabe por qué; » porque sus ciudadanos escogen a sus líderes de acuerdo al conocimiento, destreza administrativa y cualidad ética y espíritu competitivo. El trípode Economía-Política-Tecnología, la política está supeditada a la economía y la tecnología.
El impresionante desarrollo de los Estados Unidos, los Tigres Asiáticos, Japón, Taiwán, Israel, Alemania y Singapur, se montaron en el trípode del progreso mientras nosotros seguimos creyendo » en pájaros preñados y sobre todo en las reencarnaciones de Bolívar, que solo se materializa en Caracas » porque lo demás es monte y culebra.
El Barco del Bienestar y Progreso social, no necesita un valeroso capitán o capitana que lo lleve a puerto seguro mientras los demás duermen, pues nunca ha sido así, ya que todo se debe desde la bitácora de ruta, hasta la especialización y comportamiento de la tripulación. Acuérdense que el Titanic se hundió por la impericia del radio comunicador y la arrogancia del Capitán al no considerar lis movimientos de los icebergs que flotan en la travesía. De paso la insuficiencia de botes salvavidas recomendados en los protocolos, no permitieron que más personas se salvaran.
El pueblo venezolano dirigido por los políticos “tradicionales” y amos del valle desde Caracas, ha sido quienes nos han proporcionado eternamente, la dirigencia política desde Caracas. De paso jóvenes con escaso conocimiento político administrativo que lis convirtieron en Dioses del Olimpo, y todavía, sin evaluar sus errores, se siguen considerando candidatos eternos y conductores sin relevos.
No basta rezar, no basta aclamar a Dios para salvar la patria, para hacerlo deben contemplarse los proyectos paridos en los Estados productivos, y armar de una vez la maqueta del nuevo Estado Federal Descentralizado y Democrático, manejados por los países exitosos en la actual Civilización Capitalista Democrática que navega en la Cuarta Revolución Industrial.
Economista-Profesor Titular