Eugenio Montoro

Son bien conocidos los experimentos con ratones y ratas metidos en laberintos donde al salir consiguen comida. Los inquietos animales van del timbo al tambo avanzando y retrocediendo inquietos y nerviosos hasta que consiguen el pasaje por donde avanzar para volver a comenzar los numerosos intentos.

A Maduro le está pasando algo similar pues está en un laberinto que se ha ido formando poco a poco a su alrededor.

Se ha quedado frágil sin el contrapeso militar contra los gringos que representaban Rusia e Irán ambos muy pendientes de conflictos de guerra en sus regiones y los grandotes chinos también miran para otro lado.

Negocia con los gringos  para conseguir dinero como carnada electoral pero para eso debe ceder y liberar presos políticos y habilitar a la Machado. Allí va y viene inquieto pues si cede pierde y si no cede también. Seguramente le ofrecen garantías post elecciones que lo animen a una salida suave. Pero debe apurarse, pues sabe que después de un muy probable regreso a la presidencia de Trump, el laberinto se le va a hacer más complicado.

Conoce bien del rechazo popular que tiene y de las ganas de todos los venezolanos incluyendo a los chavistas de que se marche de una vez. Ya no puede hacer aquellas concentraciones numerosas a punta de reales pues ni siquiera para eso hay.

Los cubanos, expertos en meterle miedo, como lo hacían con  Chávez, le susurran de conspiraciones e intentos de asesinarlo por lo que con frecuencia le dice al sumiso Fiscal que encarcele a la lista de nombres que le dieron los pícaros cubanos.

Le aconsejan encarcelar a María Corina Machado pero al igual que los ratones avanza y retrocede nervioso por no encontrar una clara salida que lo salve.

El asunto de Guyana lo aturde pues no puede hacer nada de lo que se aprobó en el referéndum y está como atrapado en esa esquina del laberinto

Ha tratado sin éxito de que algún país le de asilo pero nadie parece dispuesto a recibir una papa caliente. Solo Cuba le ha sonreído pero Cilia le dice que ni de vaina pues allí no hay ni centros comerciales.

Muchas paredes y pocas aperturas están el laberinto de Nicolás, todos sus amigos lo presionan para que no abandone el poder colocándole paredes de regreso del laberinto y empujándolo además contra las va paredes de avance.

Saldrá de laberinto? Cómo quedará?

Lo sabremos pronto!

 montoroe@yahoo.es

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