Amenhotep Planas Raga
La comunicación es uno de los dones más importantes de la humanidad, en especial cuando se vive en sociedades auténticamente democráticas…
Por tanto, hay que unir esfuerzos en defensa al derecho a la independencia, la paz y la verdad de Venezuela a todos los niveles en el campo nacional e internacional, identificando adecuadamente las informaciones y noticias difundidas por periodistas profesionales con total integridad. Saber diferenciar bulos y desestimar otros elementos desinformativos es elemental para evitar el acoso y “parcialidad”.
La norma jurídica que regula al periodismo venezolano ampara, protege y estimula la defensa de los valores democráticos, oponiéndose con ello a intensiones autocráticas que terminan infestando todo el ecosistema para terminar en sólidas kakistocracias, donde históricamente se han germinado diferentes esquemas y estrategias de bulos desinformativos, haciendo una nueva versión del tradicional y censurable amarillismo.
Ese amarillismo con su nueva versión para Venezuela, podría estarse gestando en un congreso paralelo de comunicación con diferentes atractivos que van más allá del hecho informativo para convertirse en un laboratorio lavacerebros que sirva para narrativas con intereses ideológicos promoviendo fantasías que en décadas no han podido vender ni mucho menos cumplir.
Interesados cuidapuestos vienen impulsando ciertas reformas ante el fracaso de sus políticas públicas y comunicacionales. Esta vez, con fines electorales.
Así se ha dado en Argentina, Brasil, Cuba y Nicarguaa, por mencionar solo cuatro de este hemisferio, y que ante las ideas retrogradas intenta nutrirse de sangre joven para abordar los avances innovativos digitales y de inteligencia artificial para deformar y desinformar con estrategias para resaltar u ocultar “propios interés”, que en el periodismo serio, tienen análisis y de las resultas, tendría cabida.
Ahora bien, la comunicación y la información periodística son derechos humanos fundamentales, y por tanto no requieren disfraces de militarismo a través de propuestas de “estado mayor comunicacional”. Otro disfraz más de ideologías resentidas ancladas en el sectarismo y el pasado ortodoxo para convertirse en un extenso grupo para la propaganda ideológica del régimen ya desnudo para intentar vestirlo de cultural intelectualmente, pero contrario a la información veraz y oportuna como solo los profesionales academizados pueden procesarla contrariando la manipulación mediática a favor de la opresión y valores antidemocráticos.
En este amplio ecosistema, como periodistas, toca actualizarse en cuanto al “periodismo transmedia para evitar contaminaciones distractoras de otros oficios u ocupaciones disfrazadas de periodismo mediático en redes”
Docente universitario, comunicador social, comunicólogo.
prof.amenhoteplanasraga@overblogs.es
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