De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), este periodo iniciará el 15 de mayo en el Pacífico y el 1 de junio en las aguas del Atlántico
La temporada de huracanes en los océanos Pacífico y Atlántico está cerca de comenzar, pero este año tiene particularidades que podrían aumentar la intensidad y existencia de estos fenómenos meteorológicos, afirma el maestro en geografía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Carlos Ruiz Abad.
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), este periodo iniciará el 15 de mayo en el Pacífico y el 1 de junio en las aguas del Atlántico. En ambos casos, concluirá el 30 de noviembre.
«Según las estimaciones, habrá dos eventos importantes que ayudarán a impulsar más el desarrollo de estos huracanes. En primer lugar, se está identificando que las aguas del océano Atlántico a estas alturas ya están más calientes de lo normal en este mes y, cuando lleguemos a la temporada, los (fenómenos hidrometeorológicos) pueden acentuarse», asegura.
El segundo aspecto es la llegada de La Niña, evento meteorológico que se origina cuando la corriente de agua de Humboldt, que es fría y corre frente a las costas de Chile y Perú, es afectada por una corriente caliente, originaria de Asia.
Esto «causa que la corriente fría se sumerja más, por lo que la de mayor temperatura estará en la superficie. Ello generará más huracanes, debido a que subirá la temperatura de sur a norte del océano y tendrá repercusión en la corriente ecuatorial. Por esta razón, pueden darse más huracanes o, en su defecto, ocurrir la misma cantidad, pero con gran intensidad», asegura.
Estos son los huracanes que tendremos en 2024
Según la Secretaría de Marina (Semar) mexicana, se prevén un total de 37 eventos ciclónicos, que se dividen de la siguiente manera.
Océano Pacífico (20)
Depresiones tropicales: Una.
Tormentas tropicales: 10.
Huracanes fuertes (categorías uno y dos de la escala Saffir-Simpson): Seis.
Huracanes intensos (de la categoría tres a la cinco en Saffir-Simpson): Tres.
Océano Atlántico (17)
Depresiones tropicales: Una.
Tormentas tropicales: Ocho.
Huracanes fuertes (categorías uno y dos de la escala Saffir-Simpson): Cuatro.
Huracanes intensos (de la categoría tres a la cinco en Saffir-Simpson): Cuatro.
Los nombres establecidos por el Comité internacional de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para los huracanes en esta temporada serán:
Océano Pacífico
Aletta
Bud
Carlotta
Daniel
Emilia
Fabio
Gilma
Héctor
Ileana
John
Kristy
Lane
Miriam
Norman
Olivia
Paul
Rosa
Sergio
Tara
Vicente
Willa
Xavier
Yolanda
Zeke
Océano Atlántico
Alberto
Beryl
Chris
Debby
Ernesto
Francine
Gordon
Helene
Isaac
Joyce
Kirk
Leslie
Milton
Nadine
Oscar
Patty
Rafael
Sara
Tony
Valerie
William
¿Veremos un nuevo Otis?
En octubre de 2023, el huracán Otis, que impactó en el puerto de Acapulco, en el sur de México, dejó a su paso decenas de muertos y pérdidas millonarias para una de las regiones turísticas más importantes del país latinoamericano.
No obstante, también permitió a los expertos en temas meteorológicos el estudiar el desarrollo y evolución de un meteoro que, en un inicio, se pronóstico que sería una tormenta tropical y, tan solo 48 horas después, pasó a ser un huracán categoría cinco.
Ante la posibilidad de que el fenómeno natural La Niña incremente la fuerza de estos eventos, Ruiz Abad, quien también es docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, señala que hay probabilidad de que surja un caso similar al de Otis.
«El riesgo es intermedio, pero sí podría ocurrir un caso como el de Otis (…). Lo más interesante será la dirección que pueda tener porque, a veces, hay huracanes con mucha intensidad, pero a lo mejor ni tocan tierra o siguen una corriente y ya no terminan por chocar» con alguna localidad, expone.
Por eso, el especialista pide estar atentos al desarrollo de la temporada, con el fin de tener una visión más clara de cuál podría ser la repercusión de un fenómeno de esta relevancia.
Más que un fenómeno meteorológico
El experto en geografía menciona que los huracanes no son simples fenómenos meteorológicos, sino que deben entenderse como oportunidades para tener más agua en zonas que sufren de fuertes sequías, pero también para pensar en las repercusiones del cambio climático que, en gran medida, las acciones que lo causan son obra de los seres humanos.
«No se deben satanizar los huracanes. Recordemos que el desastre nunca es natural; siempre está asociado a la población (…). Cuando los países no invierten en términos de protección por fenómenos como estos, los impactos serán mayores», subraya.
El profesor de la UNAM recuerda el caso de Haití que, en poco más de una década, ha sido azotada por tormentas tropicales y huracanes. Esto ha derivado, junto con factores como la seguridad y la inestabilidad política, una crisis económica.
Además, «en cualquier país, si el sistema de salud no está bien estructurado, (estos fenómenos meteorológicos) puede generar enfermedades (…) y una mayor salida de la población de su lugar de origen. Esto último se suma a las sequías y otros problemas derivados del cambio climático, por lo que en la agenda de las naciones ya debe estar el tema de qué vamos a hacer con los refugiados. (Los países) estaban al tanto de su arribo por temas de seguridad o económicos, pero no por esta causa», concluye.
Lcda. Jaira Molano
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