Más de 7,5 millones de venezolanos se encuentran desperdigados por el mundo, pero en cada destino la tradicional arepa surge como emblema de una gastronomía que conecta con las raíces y el país que se dejó atrás, para encontrar espacio en el nuevo destino.
Septiembre es el mes de la arepa. Las comunidades de venezolanos desperdigados por el mundo, cerca de 8 millones de personas, han hecho festivales, celebraciones, concursos y toda clase de eventos.
Harina P.A.N. es la harina precocida acaso más celebrada entre los venezolanos, y presentó su campaña “La Consentida de Venezuela”.
Partiendo de la base de que “Siempre es buena hora para comer arepas” la marca P.A.N. fuera de Venezuela, se centró en el concepto del tiempo para resaltar la capacidad de adaptación de la arepa con cualquier oportunidad de consumo y a los sabores para celebrar el Mes de la Arepa en los países donde la marca está presente.
Pero hay quien, como el chef de La Casa Bistró, Francisco Abenante, no usa Harina P.A.N. para hacer sus arepas, sino que prepara él mismo la masa. Marcas es lo que sobra, de harina precocida, y en países como España han surgido varias.
La adaptación de la arepa
La arepa, con la migración, ha tenido que adaptarse a los paladares de cada región. Así, se consiguen arepas afuera con rellenos que jamás pensaríamos en Venezuela.
Lo cierto es que la arepa se ha internacionalizado y se ha hecho tendencia, como el sushi, o la hamburguesa.
Miro Pópic es un avezado gastrónomo, experto en vinos, que llevó por varios años su columna Misión Gula. Valga decir que el segundo sábado de cada septiembre –por invención de dos miembros de Venmundo, una organización de venezolanos- es el Día Mundial de la Arepa.
El experto cuenta que “donde hay un venezolano hay arepa. Hace 10 o 15 años lo que pedían los que vivían afuera es que les llevaran un paquete de Harina P.A.N.”.
Pópic tiene un hijo en Londres y de cuando en cuando pasa temporadas allá. Una vez tuvo que dar mil vueltas buscando Harina P.A.N. y finalmente, consiguió una «taguarita» donde le dijeron: “¡Ah! Pero esa no es harina de maíz. Esa es P.A.N flour (harina P.A.N., en castellano)”, y suelta una carcajada.
“Estoy hablando hace 15 años en un pueblito cerca de Londres. Pero luego cuando comenzaron problemas políticos en Venezuela, Polar abre una planta en Colombia y otra en Texas (EEUU). No sé si tienen en Europa”.
Dice que la mayoría de los emprendimientos que hay afuera son casos de ingenieros petroleros, economistas, etcétera. Comienzan haciendo arepas en casa para la comunidad venezolana del barrio o la urbanización. Luego empieza a llegar gente de México o Perú, otros gentilicios, y así se producen mutaciones.
“Ha habido un doble proceso: uno mercantil y uno cultural. Es importante esto porque las arepas colombianas son muy distintas a las venezolanas. La harina de maíz es un aporte de Venezuela”, redondea Pópic.
Gastronomía de la diáspora: la arepa se consolida como carta de presentación de la venezolanidad
La arepa y el ron son los productos relacionados con la gastronomía que tienen más reconocimiento en el exterior.
La arepa y el ron son los emblemas
En cuanto a los tequeños, dice el experto en gastronomía y periodista, Miro Pópic, que han aparecido en algunos lugares del mundo, pero no han logrado masificarse.
“El tequeño ha llegado a algunos sitios, pero no con la importancia que tiene la arepa, y hay otras opciones como la cachapa. En algunos países a los tequeños les dicen ‘deditos de queso’, en fin. Ya hay varias marcas que los producen en España», apunta.
En cuanto a la chicha, dice, en los sitios donde se venden las arepas preparan su propia chicha. “Pero la competencia es muy grande con los jugos, etcétera; la chicha no ha tenido la misma penetración que otros productos”.
En cuanto a la cachapa, hay un lugar en Londres donde se consiguen rellenas de carne, comenta. Polar ya está colocando la harina para hacer cachapas en los mercados internacionales.
En lo que toca al ron dice que en casi todos los bares de Europa hay ron venezolano. ¿El chocolate? Son pocos los emprendimientos. El cacao venezolano es más para conocedores.
Gastronomía de la diáspora: la arepa se consolida como carta de presentación de la venezolanidad
La harina de maíz precocida se ha convertido en un producto internacional, en gran medida gracias a Empresas Polar.
Perú: arepa como «curiosidad»
En su propia salsa, Vanessa Rolfini es una periodista venezolana especializada en gastronomía, que trabaja como columnista free lance para el diario Correo Perú. De hecho, tiene 8 años radicada en tierras incas, y además organiza catas de chocolate, entre otras varias actividades.
“Los platos cuando viajan y van a otros sitios, se tienen que adaptar a sus tendencias. Eso también pasó cuando la migración en la posguerra en Venezuela. Eso de echarle jerez a la paella; en España nadie lo hace”, ofrece un primer bocado.
Dice que la Harina P.A.N. que se come afuera tiene otra textura, “no es exactamente igual a la de Venezuela”.
“Lo que estamos exportando como país es un solo tipo de arepa, que es la blanca, de harina de maíz. Afuera no se consiguen arepas de maíz pilado, ni de jojoto tierno. Nosotros no podemos pretender hacer en 10 años lo que a otras culturas les ha costado 50. Hay que tener un poco de paciencia”, toma distancia.
Dice que en Perú todavía la arepa es una especie de “curiosidad”.
Tequeños peruanos
Con respecto al tequeño, dice que –en el caso de Perú- hay también un entremés llamado tequeño, hecho de masa “wantan”. “Es un plato relativamente reciente. Yo no tengo como comprobar esto, pero creo que algún peruano que vivió en Venezuela quiso reproducir la esencia del tequeño”, relata la experta.
En los supermercados se consiguen tequeños congelados, explica. Y hay gente que los hace por encargo. “Hay dos o tres marcas que me gustan y te las traen por una App”, cuenta.
Rolfini dice que la chicha no es exclusiva de Venezuela. En Perú beben chicha morada. “Puede que en España o el resto de Europa sea distinto, porque no es la región andina”.
“Nosotros hicimos lo que nos dio la gana con las gastronomías ajenas, ahora no nos podemos quejar”, desliza una encantadora sonrisa.
Gastronomía de la diáspora: la arepa se consolida como carta de presentación de la venezolanidad
La emblemática «reina pepiada», un homenaje a la primera Miss Mundo venezolana, Susana Duijm.
La Ruta de la Arepa
Y, con las manos en la masa, encontramos a Ernesto Lotitto, en Madrid (España). Ernesto es un periodista venezolano que emigró en 2011 a España, y desde hace 7 años conduce un emprendimiento llamado “La Ruta de la Arepa”.
“Yo llegué a Madrid en 2011, y cuando me entraba la nostalgia, tenía sólo dos sitios para comer arepa. Hacia 2017 noté que había cada vez más y más sitios de arepas”, da el primer mordisco.
Previó que la arepa sería tendencia, como los tacos mexicanos, o cualquier otro platillo.
El mes de la arepa –dice- ha estado maravilloso. En toda la comunidad de Madrid hay 50 referencias. «Mi trabajo es servir de plataforma de divulgación. Hacemos el concurso de la mejor arepa, y enfatizamos que la arepa se está poniendo de moda, y ahí surgen alianzas con diversas marcas”, remacha.
Un día mundial con historia
En el Día Mundial de la Arepa 2023 fue homenajeado el ingeniero Luis Caballero Mejía, quien desarrolló la fórmula de la harina de maíz precocida, toda una revolución en la gastronomía nacional.
También se recordó a los hermanos Álvarez, quienes regentaron con su madre la primera arepera de Caracas, ubicada en Sabana Grande, e inventaron rellenos que harían historia, no solo por su sabor, sino por sus nombres llenos de humor, como la «reina pepiada» -en homenaje a la primera Miss Mundo venezolana, Susana Duijm-, la «catira», la «pelúa» o años después, la «sifrina».
La tarea –indica Ernesto Lotitto- es convocar a otras nacionalidades; por eso siempre están buscando sinergias con cocineros de distintos países.
“Nosotros decimos que el Festival de la Arepa es un festival de la integración. Tenemos arepa mexicana, italiana, se han hecho arepas de chocolate. El Festival tiene dos categorías: en primer lugar, ‘tradición’, y, luego ‘fusión’”.
Lotitto dice que la arepa llega a cualquier latitud y se mimetiza con el sabor local.
En torno a los tequeños, dice que los llamados “deditos de mozarella” no le llegan por los pies al tequeño. Expone que se han reventado de fama en España, y la cadena de supermercados más grande (Mercadona) los vende congelados. “El boom es tremendo”.
Sobre la cachapa el experto dice que no esperaba que iba a pegar tanto. Hay un emprendimiento venezolano en España llamado “La Cachapera” que ya es una cadena con un restaurante en Madrid, tres en Barcelona y acaba de abrir uno en Valencia.
Sazona diciendo que el ron venezolano ha calado con mucha fuerza. Lotitto dirige la parte de gastronomía y restauración en la Cámara de Empresarios Venezolanos en España, que se conformó hace poco. “Vamos a trabajar fuerte para posicionar el ron de Venezuela”, informa.
El mes de la arepa se celebró en todas las latitudes donde habitan comunidades de venezolanos, pero hay otros platos de la gastronomía criolla que también sacuden al mundo. Eso es una buena noticia, en medio de tanta incertidumbre.
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