Amenhotep Planas Raga*
Pensemos con raciocinio y criterio gerencial -no emocional ni clientelar: De qué ha servido votar en los últimos lustros en nuestro país? Y más recientemente desde hace once meses?
Han mejorado los servicios públicos en cuanto al transporte público, la seguridad personal, la seguridad jurídica, y en especial el abastecimiento de la electricidad estable y sin cortes, apagones o subidones?. Y del abastecimiento del agua potable garantizada para el consumo humano?. Por que no se ha resulelto los graves problemas ambientales con respeto a la recolección de desechos urbanos, o la contaminación y la deforestación afectando la calidad de vida y al planeta?. Solo por mencionar “algo”.
Además, qué ha pasado con el control de inflación y la devaluación de nuestra moneda el Bolívar que ya tampoco ni es fuerte ni es soberano?
Por otra parte, se han rescatado los derechos humanos establecidos en la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, en especial las libertades individuales y el libre tránsito sin ser extorcionado por los uniformados?
Y no dejemos de pensar el sufrimiento de los enfermos con patologías físicas en los hospitales públicos, ambulatorios y centros de diagnóstico y las presiones psicológicas de los familiares de estos pacientes por la relativa atención y falta de medicamentos y dinero para adquirirlos o hacerse exámenes diagnósticos en centros privados…
Sigamos pensando, asi mismo, en las sanciones a quienes se han robado las inmensas riquesas presupuestas para la renovación del sistema eléctrico nacional y la construcción de sistemas alternos de energías, o la construcción del segundo puente sobre el lago de Maracaibo?
Pensemos también en las dosmil familias que hoy son “revíctimas de un sistema que les mantiene privados de libertad a sus parientes que son dirigentes sociales o políticos, sin causas justificadas penalmente, sin juicios justos, y sin defensa acorde al criterio del privado de libertad o de sus abogados de confianza?
Entonces, para no ser muy extenso en esta primera entrega, vale la pena continuar con esta ilusa farsa en cuanto a votar o no votar cuando en realidad se necesita primero formar y clasificar nuevos liderazgos, honestos, cualificados, paradigmáticos, proactivos y transformadores hacia una Política de servicio público y crecimiento de la Patria más allá de escatológicas ideologías.
Las lecciones se enseñan con transformaciones, y las decisiones estratégicas se aplican con decisiones. Para continuar con pésimos servicios públicos, extorciones y abandono de ciudades por la incompetencia vale la pena votar o no votar mientras no se tengan esos nuevos liderazgos preparados para la reconstrucción nacional del país y mental de cada uno de nosotros los ciudadanos.
Las competencias del Poder Público están bien definidas para el nivel nacional, a nivel regional y a nivel municipal y sus formas de concurrencia, y aún así, no hay resultados de tales aplicaciones, mas bien, hay desviaciones ilusorias con nuevas creaciones pero sin soluciones.
Y lo peor de todo es que estos rojos con el silencio cómplice de azules, aurinegros, verdes, grises y torna-azulados y otros cromáticos, acabaron con la Economía total en dinero, sueldos, salarios y ahorros y lo que podíamos adquirir con un billetico de diez bolívares, ahora necesitamos cientos de ellos pero de cien porque la incapacidad dominada por una ideología, también acabó con nuestra economía.
Abriendo el segundo semestre del 2025, y a casi casi un año del pasado 28 de julio, para no pasar la página iremos al grano para que se respete el voto soberano como parte de la soberanía popular: votar o no votar?, sencillamente botar!
Será que todavía solo tenemos dos opciones para rescatar a la ecología moral y su Economía a través de la Política con»P» mayúscula y principios aristotélicos?
Y es que También votando «Ene» (N9) cantidad veces en 26 años, nos han resuelto alguito de algo…
Entonces, que salgan los nuevos lierazgos, y no por nuevos son exclusivamente de la juventud, -que quede clarito!
*Periodista
Autor de XIV libro titulado: Liderazgo Paradigmático y Transformacional de Siglo XXI: “LíderGente” (en imprenta 2025).
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