La banda conformada por Carlos Segura, Fernando Batoni, Jaime Verdaguer y Darío Adames lanzó el primero de tres sencillos que van a sumar este año a su repertorio: “Corazón fantasma”, un tema envolvente que le habla a un amor roto entre la tristeza por la pérdida y la alegría por lo vivido.
Siguen trabajando tanto para el tour Rimas y cicatrices, que les llevará a varias ciudades que incluyen Caracas y Barquisimeto, como para lanzar un disco del mismo nombre que por ahora no tiene fecha de publicación. Sobre la salida de Álvaro Segura, guitarrista histórico, responden con tranquilidad: entienden que el músico tiene otras búsquedas, respetan su decisión y le dejan las puertas abiertas. Por ahora no se sabe quién lo sustituirá, pero sí adelantan que durante la gira se presentará con ellos un “extraordinario guitarrista” cuyo nombre comienza por T y termina con O
El próximo disco de Zapato 3 se titulará Rimas y cicatrices
“Corazón fantasma”, el nuevo sencillo de Zapato 3, es un tema de sonido invasivo que envuelve al oyente a medida que avanza, con una letra que recurre a la nostalgia y la melancolía para recordar un amor roto. No es, sin embargo, de absoluta tristeza: al finalizar deja un sabor agridulce, entre el agradecimiento por una relación vivida y la frustración por haberla perdido.
Se acerca en ese sentido a otro tema reciente de la banda, “Elefantes marinos”, una balada de despecho mucho más dolorosa, incluso rencorosa, y se diferencia de “Amaranto”, de sonido más agresivo y letra erótica. La agrupación sigue preparándose tanto para su gira Rimas y cicatrices, que comienza en septiembre en Denver, Colorado, Estados Unidos, como para el lanzamiento de su nuevo disco, que tendrá el mismo nombre del tour, aún sin fecha de lanzamiento.
Lo que sí adelanta Fernando Batoni, bajista, es que para este año la agrupación incorporará a su repertorio dos sencillos más, con lo que completarían tres en este período. Quieren divertirse y alegrarse, aunque, como dice el vocalista Carlos Segura, pretender un camino de rosas es pretender vivir en una mentira.
Zapato 3 sabe de momentos difíciles. Hace tres años se quitó la vida su baterista Diego Márquez, figura esencial del rock venezolano por sus aportes como músico y productor, y recientemente salió de la agrupación su guitarrista histórico, Álvaro Segura, por diferencias creativas.
Pero la banda nacida en los 80 y autora de clásicos del rock nacional como “Uñas asesinas” y “Obstinado”, integrada también por Jaime Verdaguer (teclados) y Darío Adames (batería), busca sobreponerse ante los problemas y, explica Batoni, dar un salto cuántico trabajando con mucha constancia para un público que le ha sido fiel por décadas. Se sienten agradecidos por todo lo que han cosechado y porque siguen haciendo lo que quieren. Destacan el esfuerzo para lograr sus metas e incluso la suerte que han tenido.
“Siempre les digo a mis hijos que hay que estar conscientes de donde está uno para entender las cosas de la vida. Ser malagradecido, no darse cuenta, ser arrogante y pretender que uno merece todo es un gran error”, expresa Segura. Batoni añade: “Aquí se empezó pegando carteles y repartiendo volantes. El mundo ha cambiado mucho. Ahora es muy complicado, muy competitivo, hay habilidades que son de la juventud. Nosotros cuando teníamos 15 ó 17 años éramos la vanguardia total de la Caracas de esa época”.
Sobre la salida de Álvaro, el vocalista, su hermano, responde que el guitarrista está pasando por un momento de transformación y que lo ideal es que lo hubiese vivido dentro de la banda. La situación, explica, no los tomó por sorpresa porque había una incomodidad que creció y no se pudo resolver. “Pero si él, como ser humano, está más feliz, más tranquilo, no tengo sino que aplaudirle su situación. Sé que la gente quiere pan y circo, la gente quiere ver sangre y exige explicaciones absurdas. La razón es ninguna y todas. No se sentía a gusto. No estaba muy conforme, no le gustaba hacia dónde íbamos, pero tampoco había una situación de golpes”, señala Segura.
“No puedes hacer feliz a nadie si no eres feliz. Álvaro en estos últimos meses no estaba tan feliz porque tenía otras proyecciones sobre cómo quería llevar el negocio de la música. Unas proyecciones que tenía él en su cabeza, que si bien las conversamos muchas veces, concluíamos que eran realidades diferentes, pensamientos diferentes y maneras distintas de ver el negocio”, expresa Batoni, fundador de Zapato 3 junto al fallecido cantante Javier Avellaneda.
Por ahora no se sabe quién sustituirá a Álvaro Segura. Durante la gira estará un guitarrista invitado cuyo nombre, dice Batoni de manera enigmática, comienza por T y termina en O. El tour, por ahora, incluye ciudades como Nashville, Denver, Miami, Houston, Washington, Chicago, Boston, Dallas, Madeira, Porto, Vigo, Madrid, Barcelona, Caracas y Barquisimeto.
—¿Por qué “Corazón fantasma”?
—Fernando Batoni: El título es como la guinda del póster. Nunca es lo primero que surge de una canción. Pero sí es un detalle que tiene un efecto promocional y un efecto importante en las personas. Uno intenta con una palabra o una frase corta transmitir la emoción de la canción. Me encantan esas dos palabras. Ese corazón con el adjetivo fantasma me encanta. A mí no me gusta mucho explicar el trabajo creativo porque me parece importante el espectador, lo que escuchan las personas, lo que interpretan según sus vivencias, su recorrido y sus memorias. Es valioso hablar del tema y creo que estamos lanzando un single que para nosotros tiene una emoción grande. Es un tema que está lleno de emocionalidad. Sucedió en un tiempo corto, muchos cambios, entonces el tema comenzó a tener una serie de significados y simbologías que trascienden incluso a la creación original. Porque está la separación de Álvaro y mucha gente ha relacionado ese puente que se rompió (el tema menciona un puente caído) en ese tenor. Mucha gente incluso la interpreta como una despedida a Diego Márquez, como una manera de dejarlo ir tiempo después o un homenaje póstumo. En realidad, es un tema de amor. No hay que inventar mucho. Uno asocia porque está conectado a todo. La mente humana, los recuerdos, las neuronas, todo está conectado. A veces uno puede estar pensando algo que cree que es por una razón pero puede que haya múltiples razones. Esto es algo cuántico. Pero en realidad es sobre la ruptura de un amor. Una persona muy amada por mí, una musa que me permitió escribir tres temas que me gustan mucho para este disco. Ocurre dentro de ese desarrollo y esa construcción del amor que muchas veces tiene batallas perdidas y sin embargo se insiste. No hay rencor. Por eso el tema tiene un efecto muy medicinal. Muy de celebración. Si bien es un tema cargado de melancolía, te invita a celebrar y disfrutar la vida.
—Carlos Segura: Me parece que la canción es una belleza por una serie de razones fundamentales. Es sencilla y tiene un mensaje profundo. Es una pastilla de contradicciones sensoriales en el sentido de que despierta la nostalgia. Tiene una onda un poco retro, pero a su vez es fresca, esperanzadora y muy ligera. Si bien es nostálgica, no da tristeza. Si bien es sencilla, no es aburrida. Es una canción muy particular y nos gusta. La gente siempre pregunta cosas sacando conjeturas, y yo explico que también hemos salido con “Amaranto”, un tema esquizofrénico, atormentado; hemos salido con “Elefantes marinos”, que es intenso, una balada, y tenemos “Corazón fantasma”, que es pop en la onda un poco de Capsula para volar, una onda un poco del “Vampiro” también.
—Pensaba en otra referencia: “Entrada de bala”.
—CS: Tiene el lugar común con “Entrada de bala” de que son los mismos compositores, Fernando Batoni y Jaime Verdaguer. La canción, cuando fue compuesta, sin ninguna intencionalidad agarró una nota de himno y pensamos que podía sonar bastante y ayudarnos. Hay canciones de Zapato 3 que a la gente le gusta mucho. Pero hay cuatro o cinco que son como himnos. Esta pudiera ser una de esas. Todavía no lo sé, pero podría convertirse en eso.
—FB: En la composición musical, cuando trabajas sobre un hecho real, ya estás ganando mucho. No se trabaja sobre un hipotético, una fantasía, una ficción. Esto le pasó a una persona que conozco. Así pasó con “Entrada de bala”. Esa canción básicamente narraba la situación de despedida de Javier Avellaneda, el cantante que estuvo antes que Carlos y fundó Zapato 3 hace muchísimos años conmigo y su hermano Pepe. Es un tema que habla de una realidad. Eso es impactante. Lo puedes diluir con metáforas, poesía, pero estás diciendo una verdad. Ahí no importa ni siquiera el género musical. Eso se lo escuché hace poco a Robi Rosa: una canción es una canción. Después le puedes agregar bachata o rock, lo que quieras, pero cuando tienes una canción lograda esa canción se puede expresar en cualquier ecosistema.
—Puntos claves del tema: la letra melancólica, nostálgica, el peso de la guitarra y el sonido electrónico.
—FB: Es un tema que nació en el momento correcto. Es el último que se propuso para el álbum de Zapato 3. El último en la lista. Teníamos una responsabilidad. Álvaro había iniciado un proyecto importante de composición, después cada quien con su tiempo. Tuvimos un deadline y empezamos a proponer. Jaime impulsó propuestas, Darío impulsó propuestas. Yo últimamente estaba enredado con cosas personales. Empecé a escribir y escribir porque es lo que me mantiene un poco. De pronto es el último tema que llegó. Por alguna razón acordamos lanzarla. No estaba ni siquiera revisada, madurada, no se había construido totalmente, pero a todos nos dio una intuición. Ya estamos preparando el lanzamiento del segundo single, dentro de dos meses. Lanzaremos un tercero antes de que salga el álbum. “Corazón fantasma” llegó en el momento que tenía que llegar. Las cosas van sucediendo porque somos adultos, esto es creación y tenemos una edad no digamos mediana, un poco más. Tenemos hijos, padres mayores y compromisos de trabajo. Así estamos desarrollando este proyecto musical. Nos hace felices estar de tour. Nos llena de vida y eso se lo transmitimos a nuestras esposas, hijos, padres. Con Zapato 3 todo ha sido fortuna, agradecimiento y felicidad. No todo es alegría siempre. Una banda de 35 años ha vivido muchas cosas.
—CS: Han pasado muchas cosas y esperamos que no se detengan. Pretender un camino de rosas es pretender no vivir o vivir una vida de mentira. Siempre las noticias malas se sufren y las buenas se celebran.
—FB: Queremos alegrarnos y divertirnos. Es nuestro pensamiento ahora. Sabemos que el mundo es caótico, complicado. Uno se desanima por el camino por el que va el planeta. Entonces no tenemos que ser tan exigentes con la búsqueda de la felicidad. La felicidad la tenemos en nuestras narices. En este momento tenemos el proyecto de un álbum. Tenemos un gran tour, nos volveremos a ver, nos vamos a encontrar, vamos a echar broma en el hotel, en los aviones, las tarimas, conectaremos con el público de Zapato 3.
—¿Cómo va a ser el nuevo disco? ¿Cuándo lo vamos a poder escuchar?
—FB: Me encantaría que fuera mañana. Pero las cosas cambian mucho. Antes uno lanzaba un single de campaña promocional en radio, prensa y ya estabas lanzando tu vinilo. Ahora se trabaja distinto. Se intenta no desgastar el proyecto que cuesta tanto construir. A partir del lanzamiento de “Corazón fantasma” viene una sucesión de singles que vamos a distribuir en próximos meses. Cuando tengamos una energía fuerte el vinilo saldrá como edición de colección. Obviamente estará en plataformas digitales, pero no quiero dar fechas porque no las tenemos. No será tan sencillo. Tenemos un tour que nos quitará casi tres meses de trabajo. Con seguridad este año tendremos tres temas en la calle.
Los otros dos temas recientes de la banda son «Amaranto» y «Elefantes marinos» | Cortesía Zapato 3
—¿El disco nuevo tendrá la misma tonalidad de “Corazón fantasma”?
—CS: Creo que será algo variado. Es como si te dijera cómo serán tus hijos, no lo sé. No sé si serán todos varones, todos hembras, si serán altos, gorditos, negritos, blanquitos, no lo sé.
—FB: A modo personal, en este momento un álbum cien por ciento conceptual, con un color, un sonido, una forma de procesar la voz, para mí sería un fastidio. Sería aburrido. Obviamente no es una cosa sin pies ni cabeza el álbum, es un disco con sentido, músicos con referentes muy cercanos y tenemos discusiones creativas constantemente. Pero sí tendrá varias capas del abanico. Zapato 3 tiene un sonido definido en sus siete álbumes. Habrá sorpresas, invitados, incorporaciones de elementos nuevos. Pero no será un álbum que de la canción uno del lado A a la canción cinco del lado B suene exactamente igual, como uno de los Ramones que me encantó en su momento, pero ahorita no pudiera escuchar un álbum en el que todos los temas tengan el mismo sentido. Habrá incluso orquestaciones de mucho nivel. Invitados fantásticos. Será un álbum en el que cada canción tendrá su universo particular.
CS: Hoy en día son las canciones. No tanto el álbum. Cada una es un universo de situaciones.
—¿Qué significaría este álbum luego de tanto tiempo sin lanzar uno? ¿Qué generará en el público?
—CS: Estamos pasándola bien. Creo que se nos nota tranquilos y divertidos. Estamos deseosos del encuentro. De encontrarnos con nuestra gente. Siempre, cuando uno está grabando o trabajando un proyecto, pasan unos seis u ocho meses en los que estás un poco enconchado. Entonces ese encuentro con nuestra gente, encontrarnos nosotros mismos, salir de tour, viajar, nos tiene contentos.
—FB: Nunca hemos tenido desaciertos. Hemos tomado riesgos. Hemos cambiado en algún momento de estrategias. Hemos probado y experimentado. Pero la música ha sido una vivencia personal. No podemos componer para satisfacer a nadie. No podemos componer para sorprender a nadie. Componemos para estar contentos con lo que hacemos. A mí estos temas me suenan de día, de noche. Me levanto y recuerdo las canciones. Siento que tienen un efecto positivo en mí. Me han dado una energía tremenda. Hay que esforzarse mucho y a la gente le encantará esto, no a todos. Sería una mentira que les gustara a todos. Yo me ofendería si eso pasara. Estaría haciendo algo mal. Porque lo que hacemos nosotros siempre tiene algo de controversial. Algo que quiere tirar para el otro lado, algo que quiere sorprender. Si les gusta a todos yo me asusto, pero estoy seguro de que les gustará a muchas personas. A nosotros nos gusta y eso es la recompensa más grande.
—¿Qué significa para la banda seguir tocando hoy día luego de tantos años de su fundación?
—CS: Cuando internalizas la suerte que se tiene de poder hacer lo que uno quiere, sin necesidad de rendir cuentas a nadie, eso me da mucha tranquilidad. Siempre les digo a mis hijos que hay que estar conscientes de donde está uno para entender las cosas de la vida. Ser malagradecido, no darse cuenta, ser arrogante y pretender que uno merece todo es un gran error. Siempre les digo a mis hijos que deben darse con una piedra en los dientes, que están aquí por un esfuerzo grande. Hemos corrido con suerte de cierta forma. Pero yo me siento en realidad agradecido. Me siento una persona con suerte por todo lo que ha pasado. Aunque no pase nada más, ya con lo que ha pasado me siento satisfecho con la vida y la carrera que hemos tenido. Con todos los dientes y caries que nos ha podido traer.
FB: Aquí se empezó pegando carteles y repartiendo volantes. O sea, el mundo ha cambiado mucho. El mundo ahora es muy complicado, competitivo, hay habilidades que son de la juventud, nosotros cuando teníamos 15 ó 17 años éramos la vanguardia total de la Caracas de esa época. Los referentes para todo: cineastas, artistas plásticos, para todo el mundo. Uno va a avanzando y concluye, como dice Carlos, que ya se trata de agradecer. Pero con el espíritu de demostrar que tenemos un talento y no se puede pasar página tan fácil. En este momento hasta al reguetón le he encontrado puntos de respeto. No soy ese rockero que está en una cruzada contra el reguetón. Los tiempos son generacionales. Los momentos de expresión de los adolescentes, de la música, no los puede controlar nadie. Uno va continuando e insiste. Y mientras seas más honesto y franco con lo que haces, tendrás el efecto correcto. No es imitar, no es ponerte de moda a juro o querer decir que eres el más vanguardista cuando estás llegando a los 59 años. No tengo ese pensamiento, sí el de construir, crear, seguir escribiendo ideas, compartiendo con Carlos nuestros pensamientos, con Jaime la música. Y, por supuesto, compitiendo. Porque no estamos en la playa flotando y cobrando regalías. Esto es un trabajo de todos los días. Tenemos un año trabajando en el tour. No es que bajo a un estudio en el sótano de mi casa, grabo una canción, me voy y el tema empieza a vender. En este trabajo hay que esforzarse mucho.
—¿Qué supone para la banda que ya no esté Álvaro?
—CS: Álvaro está pasando por un momento de transformación personal. No es su primer momento de transformación. Ha pasado por varios. Lo ideal hubiera sido que esa transformación se diera dentro de la banda. No es una situación que nos agarró por sorpresa. Había una incomodidad que fue creciendo, se fue manifestando y no la supimos resolver satisfactoriamente. Pero si él, como ser humano, está más feliz, más tranquilo, no tengo sino que aplaudirle su situación. Sé que la gente quiere pan y circo, la gente quiere ver sangre y exige explicaciones absurdas. La razón es ninguna y todas. No se sentía a gusto. No estaba muy conforme, no le gustaba hacia dónde íbamos, pero tampoco había una situación de golpes, demandas, insultos o faltas de respeto. Sencillamente hubo una ruptura. Pero pienso que esa ruptura, si es para mejor, pues bienvenida. De todas maneras, siempre lo recalco: nuestros corazones abiertos. Nuestras puertas abiertas. Siempre deseándonos lo mejor.
—FB: No puedes hacer feliz a nadie si no eres feliz. Álvaro en estos últimos meses no estaba tan feliz porque tenía otras proyecciones sobre cómo quería llevar el negocio de la música. Unas proyecciones que tenía él en su cabeza, que si bien las conversamos muchas veces, concluíamos que eran realidades diferentes, pensamientos diferentes y maneras distintas de ver el negocio. Pero, como dice Carlos, no va más allá de eso. El álbum estuvo a punto de hacerse, de construirse estando juntos. De hecho hicimos un stop del tour que teníamos en los primeros meses de este año para hacer la grabación. Así se dio. Comenzamos a viajar. Por momentos viajé yo, por momentos viajó Álvaro, por momentos viajó Jaime. Estuvieron Carlos, Darío. Estábamos incansables. Pero en algún momento Álvaro tomó esa decisión y es absolutamente normal. No se le puede dar mayor dramatismo sino que es normal. Si quieres tirar para otro lado tienes que tirar para otro lado.
—CS: Mucho más cuando tienes 35 años tocando en un lugar y de repente dices mira, sabes qué, pasa la vida, quiero hacer otra cosa y entonces decidió hacerlo. Eso es normal.
—FB: Hay un momento en que no quieres ni siquiera discutir de qué color es la pared del cuarto con tu mujer. Ese fue como el momento, ya no había un proceso de construir en grupo. Eso es absolutamente normal. Para bien de Álvaro y creo que para bien de Zapato 3. Álvaro ha estado conmigo años, ¡años! Lo invité a participar en un ensayo de Zapato 3 cuando teníamos creo que 18 años. Me encantaba su expresión con la guitarra. Quería tocar con él. Tenía una necesidad de conexión con Álvaro. Y como la banda en ese momento no quiso incorporarlo, ni siquiera probarlo un par de ensayos, tomé una decisión que no sé si ahorita sería tan despiadado. Terminando ese ensayo me fui con Javier Avellaneda, Álvaro y los otros músicos de Zapato de ese momento, Jorge y Mauricio, y nos separamos. Les dije que si no querían incorporar a Álvaro en el proyecto estaban botados. Tomé esa decisión muy déspota, pero tenía 17 ó 18 años, quería que al menos probaran a Álvaro. A partir de entonces trabajé con él 35 años. Tuvimos una separación un tiempo y después nos volvimos a reunir en 2012 y no paramos hasta este año. Lo veo normal. Le deseo a Álvaro lo mejor. Es un músico extraordinario, un personaje muy culto, preparado, competitivo y que se esfuerza. Estoy seguro de que hará un álbum extraordinario como estoy seguro de que el de Zapato 3 será un álbum maravilloso.
—¿Fue necesario hacer una reorganización dentro de la banda?
—FB: No nos vamos a apurar. Tenemos un tour que nos obliga a montar un gran músico. Tenemos un gran músico que va a trabajar con nosotros. No tenemos ninguna decisión en este momento. Siempre me ha gustado trabajar con bandas consolidadas. Nunca he sido un artista que trabaja con músicos invitados, que cobran menos y están más atrás. Pero en este momento, por la situación, por la velocidad con que han sucedido las cosas, tenemos un extraordinario guitarrista para el tour. Vamos a ver cómo se dan las cosas.
—CS: No queremos apurarnos ni comprometernos con decisiones apresuradas. Las cosas llegarán a su sitio. Nosotros, cuando Álvaro arrancó a dar esas entrevistas, preferimos quedarnos tranquilos. Siempre salen los atorados, exigieron cosas inexplicables, las razones principales (de la salida), que merecían una explicación. ¿Qué clase de tontería es esa? Nosotros no queremos apurarnos. Queremos tomar decisiones frías y tranquilas.
—¿Se puede mencionar el nombre del guitarrista que estará en el tour?
—FB: Empieza por la letra T y termina por la O. Los que saben ya saben quién es. No podemos decir nada porque un poco la parte emocional será esa. En el primer concierto, en Denver, él tocará y la gente, con los teléfonos, lo va a mostrar. Tiene ocho letras el nombre. Nos gustaría tener otros invitados que sí se han mencionado, que tengamos algún músico cercano, que podamos compartir y nutrirnos el uno al otro.
—Estuve entre los que entrevistó a Álvaro Segura tras su salida de la banda y lo percibí dolido porque no pudo despedirse en escenario. ¿Cuál es la versión de ustedes?
—CS: Fíjate una cosa, y Álvaro estuvo en mi casa antier, durmió aquí, es mi hermano de papá y mamá, hay que pensar las cosas con claridad. Cuando no quieres estar en un lugar y el tour es en cuatro o seis meses, es largo y es un lugar donde no quieres estar… ¿te irías con la novia con la que estás terminando a Margarita en Semana Santa? Ya estás terminando con ella. ¿Qué vas a hacer con ella en Semana Santa? A lo mejor en Semana Santa ya tienes otra novia. Entonces, es un tour largo con una persona que no quiere estar ahí. Pudiera afectarnos la energía. Pudiéramos estar nosotros unidos y él no porque se va y sentirse un poco apagado.
—FB: Lo que dice Carlos es absolutamente la respuesta. Pudiera ser una bella reunión y despedida si fuera un show planteado para un momento ya de tranquilidad. Pero como dice Carlos, son más de 15 conciertos. Si no hay un elemento emocional, armónico, no será agradable ni para Álvaro ni para nosotros. Será incómodo. Hoteles, aviones, pruebas de sonido, eso es anti profesional. Hay que garantizar que el tour termine impecable.
—CS: Claro. Porque, si te vas, de repente a mitad de la cosa te puedes ir furioso y decir que pensaste que podías y luego decides que no. Preferimos no correr el riesgo. Como dice Fernando, las puertas abiertas. Si es un evento en Caracas se pudiera montar y que haga unas canciones con nosotros. Despedirse. En realidad no hay ninguna mala intención de ninguna de las partes.
—¿Cómo ven a Zapato 3 en 5 ó 10 años?
—FB: En 10 años no sabría. Pero pronto en un salto cuántico. Venimos trabajando con mucha constancia. Hemos girado en lugares a los que no íbamos antes. Gracias a que tenemos una comunidad de compañeros venezolanos en el mundo, y porque hemos hecho un trabajo de repetir en Madrid, Barcelona, Santiago, todos los años en Buenos aires. Hemos construido un mercado. Lo hemos fortalecido. Creo que lo que faltaba era el detalle de soltar un proyecto musical nuevo que acelerará todo. Esta operación lo acelera y el tour del año que viene será grande.
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