Hoy iniciamos la presentación de Fotorreportajes con el “ojo quirúrgico y el obturador oportuno del destacado fotógrafo profesional Gustavo Bauer, con vivencias propias de Maracaibo y sus épocas y tradiciones”.
Pedro Patierroy
En la plaza del 18, cuando el sol apenas despierta, ya Pedro Patierroy lleva seis termos llenos de café y esperanza. Desde las 5 de la mañana su carrito humea historias, y cada sorbo que sirve sabe a ese secreto que solo él conoce: una pizca de sal, su medida exacta de azúcar… y al final, como un guiño a la vida, una cucharada de Toddy. Por eso su café no solo calienta el cuerpo: reconcilia con el día. Quedarse un rato junto a su mesa es escuchar chistes, juegos de palabras, refranes de calle y sabidurías que se aprenden con golpes.
Porque Pedro sabe de golpes. Antes vendía bicicletas, hasta que un accidente le cambió la ruta. Después vino un ACV, y aun así aquí está: de pie, firme, con la fe intacta. Sus seis hijos y su esposa emigraron, y él dice que se quedó con Dios… y con su perrita.
Y con eso le basta.
A las nuevas generaciones les regala café y consejo:
“No se rindan, muchachos. La vida tumba, pero también enseña a levantarse.”
Pedro, el del café que sabe a gloria, es prueba de que la resiliencia también tiene aroma.
Para ver su vídeo síguele a Gustavo Bauer en Instagram como @fotografobauer y al diario como elpregon.news