Cualquier persona que sepa o sospeche que un niño, niña o adolescente ha sido víctima de violencia sexual tiene el deber de notificar a las autoridades, y ellos, por su parte, brindar atención médica y psicológica de forma inmediata. Tercera entrega del seriado Inocencia rota hecho a partir de las alarmantes cifras de abuso sexual presentadas por el Ministerio Público
La violencia sexual deja consigo rastros invisibles que acompañan a los sobrevivientes a lo largo de toda su vida. En el caso de los niños, niñas y adolescentes (NNA), las consecuencias pueden llegar a ser devastadoras tanto física, como psicológicamente; es por eso que la atención y detección temprana de cualquier situación de abuso es primordial.
El abuso sexual en NNA es un delito. Por esa razón, cualquier persona que esté en conocimiento de un caso tiene la obligación de denunciar a los entes correspondientes y ellos, por su parte, brindar atención inmediata. Pero, ¿a dónde acudir?
A diferencia de los adultos, en los que la denuncia va directamente al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en el caso de menores de edad se debe asistir al Consejo Municipal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Cpnna) que, como lo dice en su nombre, funciona en cada municipio del país.
No obstante, pese a que el Cpnna debe trabajar 24 horas del día durante los 365 días del año, solo atienden en horario de oficina.
Lyna Ruiz, psicóloga clínica de Médicos Sin Fronteras, subraya que, si el caso es denunciado a otro órgano receptor, éste debe pedir la dirección de la víctima para referirse al Consejo de Protección más cercano.
Ruta de atención
Lelys Quintero, presidenta de la Sociedad Venezolana de Ginecología y Obstetricia, explica que si un NNA le confiesa a un familiar que fue víctima de abuso, este tiene el deber de acompañarlo a hacer la denuncia respectiva. «Debe ser una persona aislada del hogar en caso que el agresor conviva en la misma casa», indica.
Si la víctima es menor de 12 años, debe estar con una persona adulta al momento de relatar los hechos ante las autoridades.
Quintero agrega que el Cpnna es el organismo ideal para esos casos. Sin embargo, además del Consejo de Protección, existen otros órganos receptores de denuncia como el Ministerio Público, Consejos de Paz, Defensoría Nacional de la Mujer, y cuerpos policiales cercanos a la comunidad de residencia.
«Implica para nosotros un reto poder proporcionar estas capacitaciones al personal de salud para que puedan estar sensibilizados acerca de este trato cálido y digno que se le debe ofrecer al sobreviviente, con la finalidad de evitar la revictimización y garantizar la confidencialidad», explica Lyna Ruíz, psicóloga clínica de MSF.
Sostiene que es de suma importancia capacitar al personal no médico, «desde la higienista, hasta la persona que da los buenos días», para que no exista discriminación de ningún tipo.
Según el protocolo nacional del manejo clínico para violencia sexual en Venezuela, aprobado por el Ministerio de Salud, los entes que reciben la denuncia deben brindar atención inmediata y remitir los casos al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), que es la entidad autorizada para realizar la evaluación que determina si es o no un caso de violencia sexual.
Los resultados determinarán si se continúan las acciones legales. La especialista aclara que, si se acude directamente al Senamecf, el sobreviviente «no va a ser atendido, por eso el trabajador social debe apoyar y explicar la ruta correcta, tomando en cuenta que el tiempo es oro».
Andrea Maricuto, supervisora del equipo médico de MSF, explica que la atención médica de urgencia debe satisfacer las necesidades inmediatas del sobreviviente, evaluar sus heridas y manejar el dolor, solicitar un consentimiento informado (para poder abordar al paciente) y, «posteriormente ofrecer la Profilaxis post exposición (PEP) para evitar principalmente la infección de VIH-SIDA, embarazo no deseado con la contracepción de emergencia, infecciones de trasmisión sexual como gonorrea, sífilis, tricomonas, clamidia; así como la hepatitis B y tétano, la atención psicológica y seguimiento posterior».
Sostiene que cuando se está frente a un acto de violencia sexual «entendiéndose que es una emergencia médica que requiere atención inmediata debido a que esta Profilaxis post exposición, posee tiempo limitado para su administración, logrando así ser efectiva y preventiva».
Lucía Fernanda Ramírez|@LuciferRamirezG
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