Cinco estadounidenses han sido arrestados en Venezuela, acusados de formar parte de una complot orquestado por la CIA y el servicio de inteligencia de España para derrocar al gobernante Nicolás Maduro.
Según funcionarios del régimen y medios de comunicación aliados al hombre fuerte venezolano, ya son más de 40 las personas arrestadas por estar vinculados con el presunto complot y del cual no se han presentado pruebas ni evidencias, entre los que también se encuentran un ciudadano checo y dos ciudadanos españoles.
“Un grupo muy importante de sicarios y mercenarios extranjeros han sido capturados y están en manos del sistema de justicia venezolana y hay plena evidencia de que la CIA y el CNI (Centro de Inteligencia Nacional) español están en contra de la paz en Venezuela”, dijo Maduro en un evento televisado.
Los funcionarios de Maduro habían informado a principios de este mes que cuatro estadounidenses habían sido arrestados. Medios de comunicación vinculados al régimen reportaron que el número había aumentado a cinco, luego que un estadounidense de descedencia árabe fuese detenido en el estado de Barinas.
En el pasado, el régimen ha utilizado a los estadounidenses que mantiene bajo custodia como fichas de negociación, utilizándolos para extraer importantes concesiones de Washington. El riesgo de que esto continúe en un futuro inmediato llevó al Departamento de Estado a emitir una nueva advertencia sobre los riesgos de viajar a Venezuela.
“No viajen a Venezuela debido al alto riesgo de detenciones injustas, terrorismo, secuestro, aplicación arbitraria de las leyes locales, delincuencia, disturbios civiles, mala infraestructura sanitaria”, declaró el Departamento de Estado en su anuncio.
Funcionarios del régimen, entre tanto, han señalado que incautaron 400 rifles que iban a ser utilizados para entrenar a mercenarios contratados para participar en el complot para derrocar a Maduro.
Entre los arrestados se encuentra el suboficial de primera clase de las fuerzas especiales de la Marina estadounidense (los Navy Seal) Wilbert Joseph Castañeda, quien fue arrestado a fines de agosto y está siendo acusado de liderar las operaciones locales de la conspiración. Las identidades de los otros cuatro estadounidenses arrestados no se han hecho públicas. El recién nombrado ministro del Interior Diosdado Cabello acusó a principios de este mes a Castañeda de estar a cargo de la tarea de organizar diferentes “células” que iban a ser entrenadas con las armas como parte de un complot de la CIA y el CNI.
La acusación fue refutada poco después por el gobierno estadounidense. “Cualquier afirmación de participación de los EE. UU. en un complot para derrocar a Maduro es categóricamente falsa.
“Estados Unidos sigue apoyando una solución democrática a la crisis política en Venezuela”, dijo el Departamento de Estado en un comunicado después de que se anunciaran los arrestos iniciales.
Desde que Maduro asumió la presidencia en 2013, su régimen ha denunciado más de dos docenas de complots diferentes para derrocarlo o para asesinarlo, a menudo como preludio de arrestos masivos.
Además de las 40 personas arrestadas en relación con el último supuesto complot, más de 2,000 personas más han sido detenidas por el régimen en medio del descontento social provocado por el anuncio de que Maduro había ganado las elecciones presidenciales de julio con cerca del 52% de los votos.
La oposición venezolana afirma que su candidato presidencial, Edmundo González, fue el verdadero ganador de la votación, y publicó los recuentos oficiales de votos que mostraban que González había ganado por un margen de más de 2-1. La mayor parte de la comunidad internacional está de acuerdo en que el anuncio del régimen no parece creíble y ha instado a Maduro a presentar los recuentos oficiales que confirman su declaración de victoria, pero no lo ha hecho tras haber transcurrido más de dos meses de la votación.
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