José Pons Briñez
La metodología típica en los sistemas políticos de izquierda que requieren para su establecimiento en una sociedad, son colaboradores especialmente, pobres, ignorantes, sumisos que despiertan en estos las más baja pasiones; se encuetaran ante dos dilemas en su vida, ser servil y buscar en sus acciones para la aprobación de quienes los utilicen para lograr brillar en un Estado que desea la sumisión y la indigencia en la sociedad a toda costa.
Vastos sectores guiados por sus frustraciones, reforzados a los discursos de odios y cantos de sirenas van captando esquemas en su ser, un odio por las diferencias sociales donde logran superar la racionalidad por una especie de dominación animal que les permite, maltratar, mentir, y asesinar buscando el gran botín, “el reconocimiento” de sus líderes. Caso Stalin, Los castros de Cuba, Kim Jong-un, Daniel Ortega, Gustavo Petro, Maduro de Venezuela entre otros que todos conocemos.
El juego “maligno” a lo que esta estirpe de políticos de izquierda juega, es en base a la destrucción de las democracias, la institucionalidad y el Estado de Derecho. Imaginemos nuestros pueblos sin parámetros sociales, sin límites y sin el más mínimo respeto por los Derechos humanos. Una involución social que en el caso de nuestro país, hemos tenido un atraso de 60 años en materia económica, social y ambiental, para no ahondar el tema de la educación y estudios superiores.
Es así que operan los mecanismos de esta ideología, que por cierto sus líderes con gran creatividad se las ingenian para lograr alimentar más, estas pasiones en nuestros pueblos. Solo hay que observar ejemplos con los sectores policiales y militares se han crecidos por esta filosofía, asumen roles sociales que no poseen ante las leyes y la Constitución. Su afán y para esos son entrenados para la lucha por la colaboración de la preservación del” estatus quo” de esa oligarquía Roja rojita cuyo quiebre histórico es sus prácticas de purga política que ya se están observando cada vez más.
Este panorama sombrío, gris, bizarro es lo que estas generaciones han logrado vislumbrar como futuro en nuestros países, gracias a Dios, no han aceptado tal infortunio y luchan por sus vías de escape al precio que sea, un ejemplo de esto es la Selva de Darién. Como muestran del horror que ven en pensar vivir bajo el yugo de las bestias y de las armas. Tenemos unas generaciones más valientes de lo que nos hubiéramos imaginado. Tanto ímpetu dejado a un lado por políticos de oposición ya identificados que han le hecho el trabajo al régimen de acallar y dividir al pueblo restando las oportunidades de vencer esta situación en Venezuela.
Finalmente, no nos quedan muchos caminos o derroteros que diríamos para transitar, por ser demócratas, unas elecciones libres que no llegaran bajo las botas de los militares y el régimen.
Una presión internacional alejada por motivos de las falsedades de un G-4 o un Guaido. Con la salvedad de dirigentes valerosos como María Corina Machado, Ledezma, los Salas Römer, entre otros donde encontraremos una seria y leal postura nacionalista.
Dr. José Ernesto Pons B /@JosePonsB/autor del Libro, El Estado Psicosocial Latinoamericano.
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