Ing. Golfredo Dávila
No pudieron doblegar la voluntad de los venezolanos, aun contando con todo el poder del Estado, con actuaciones ilegales, ventajismo, chantaje y un montón de obstáculos y desafueros más; el 28J demostró que la ruta electoral para derrotar con los votos a la dictadura fue correcta. Ahora, con la nueva realidad política que afrontamos en esta etapa poselectoral, se plantea readecuar nuestro accionar político.
Sin duda, que el pasado proceso electoral produjo un salto cualitativo y cuantitativo. El 28J pasó a la historia como una gesta gloriosa de nuestro pueblo al derrotar con el 70% a la dictadura. Durante ese día se respiraba alegría y un entusiasmo contagiante, el pueblo olía de cerca el cambio anhelado, lamentablemente el 29J todo el país amaneció indignado, no podría ser de otra manera, todos los poderes del Estado acababan de cometer un crimen de lesa patria, al propinarle una estocada mortal a la soberanía popular. Ese hecho corroboró que estábamos enfrentando un régimen sin escrúpulos, que actúa fuera de la Constitución y las leyes y que está acostumbrado a violar, incluso, sus propias leyes despóticas.
Surge entonces, una nueva y grave crisis política que rebasa todo tipo de juridicidad, por lo que deja las decisiones al ámbito político. Ahora bien, hay aspectos legales que sirven de respuesta política a la actual crisis, el 333 y el 350 constitucionales, nos señalan el camino cuando un poder está en desacato absoluto de la CRBV, cuando el Estado contraría los principios y garantías democráticos, menoscaba los derechos humanos, aplica una feroz represión, criminaliza la política y la disidencia, entre otros daños. Estos artículos obligan a los ciudadanos, investidos o no de autoridad, a resistir a la tiranía y a restituir la Constitución.
Los que se creen dueños de Venezuela, atraviesan por su peor debilidad y aislamiento, creció el hastío y repudio en su contra, al no reconocer el triunfo electoral de Edmundo González Urrutia, al burlarse y cometer atrocidades contra el pueblo, se sostienen sólo por las armas y por una cúpula militar-policial que ejecuta sus desmanes. Estamos obligados entonces, a interpretar, contextualizar y aplicar en forma correcta los mencionados artículos, que junto a la conformación de una dirección política eficaz, encabezada por EGU y MCM, componen la llave perfecta para cobrar la victoria y desarrollar un plan dirigido a terminar de desalojarlos del poder, dando paso a la juramentación del nuevo Presidente y a la constitución del Gobierno de Unidad Nacional.
Estamos ante un momento oportuno para hacer viable la política señalada. Ello nos exige valentía; diversificar las formas de lucha y organización, mejorar y adecuar nuestras fuerzas; inventiva e iniciativa política; razonar cada paso para ir avanzando; que al mismo tiempo en que seamos contundentes, podamos minimizar los efectos de las medidas represivas de la tiranía. Se propone entonces, la creación de un Frente Democrático Nacional, que además de reavivar y rearticular el gran movimiento por el cambio construido en la etapa preelectoral, sea tan amplio que logre integrar la nueva disidencia del madurismo. El pueblo no tiene las armas, pero cuenta con la verdad y la razón y si está organizado y movilizado es una fuerza indestructible.
Vanguardia Popular
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