Eugenio Montoro
A medida que nos acerquemos al día de las elecciones irá creciendo y tomando poder el mayor enemigo de Maduro.
No serán las inventadas conspiraciones que le justifican al régimen la represión y el arresto a capricho, Tampoco serán los planes de magnicidio y mucho menos un golpe de Estado.
No serán las exigencias de la comunidad internacional para hacer elecciones limpias.
El mayor enemigo de Maduro vendrá a ser la sensación colectiva de la victoria.
Una sensación que irá creciendo transformándose en entusiasmo y alegría.
Es la sensación de los ejércitos en batalla cuando veían al enemigo huir en retirada. Esa seguridad en la victoria llenaba los pulmones con gritos de entusiasmo que anticipaban la carga final.
El entusiasmo imparable e invencible del pueblo venezolano se volverá la pesadilla de Maduro y sus compinches.
Y da la impresión que ya comenzó
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