Raúl Ochoa Cuenca
Observo con el pasar de los días que la realidad de la sociedad venezolana es siempre más confusa. Por una parte los protagonistas de nuestra oposición política (y es únicamente a través de la política que podremos enmendar nuestro país), actúan como si viviesen en la vieja democracia venezolana, donde la corrupción ya era conocida, pero había libertades y posibilidades de desarrollo y no en un país penetrado por inconfesables intereses geopolíticos, como por grupos de delincuencia organizada transnacional, siendo el resultado que convivamos, muy a nuestro pesar, con un régimen-dictadura dirigido por vulgares delincuentes, convirtiéndonos estos en una nación paupérrima y hambrienta. Deseo, una vez más, expresar mi preocupación por la gran confusión que están generando personas que se han adueñado peligrosamente, imitando a Maduro en relación a Venezuela, de los organismos de representación del pueblo opositor.
Soy un defensor del diálogo, de cualquier índole y obviamente de las negociaciones políticas. Aplaudo la iniciativa de los presidentes Emmanuel Macron y Gustavo Petro de invitar a los factores, internos y externos, que están involucrados, directa o indirectamente en el drama socio político que vive la nación venezolana. Drama del cual hoy, aún sin desearlo, participan en rol protagónico muchas naciones hermanas.
Esta iniciativa de los presidentes Macron y Petro la han convertido en una invitación a participar en una conferencia la cual se efectuará en Bogotá el 25 de abril, con la participación de países directa o indirectamente involucrados. En primer lugar los países vecinos los cuales todos, sin excepción están interesados en encontrar soluciones a la situación socio política degenerativa de Venezuela. Creo importante destacar que estas conversaciones se iniciaron en París el pasado 12 de noviembre, cuando el presidente de Francia, Emmanuel Macron, invitó a una reunión aprovechando la visita del presidente Petro a París, a representantes de la oposición venezolana y del gobierno de Maduro.
Igualmente observo, probablemente con cierta justificación, el pesimismo que esta reunión de Bogotá genera en muchos compatriotas. Creo que la representación de las organizaciones de la oposición es muy limitada y no representativa de la realidad del panorama político electoral. Igualmente es importante señalar, por ejemplo, que esta comisión ha podido incluir a dos personas que están jugando un papel muy importante en la realidad actual. Me refiero a los doctores Jesus Maria Casal y Maria Corina Machado. El Dr Casal por qué lleva en sus hombros la responsabilidad de elegir un candidato unitario, obligación esta muy compleja y a la Ingeniero Maria Corina Machado, porque ya hoy es una referencia de la política venezolana.