Retrato póstumo de Bolívar, obra de José Toro Moreno en 1922
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco, fue en vida un destacado fue un militar, estratega y político venezolano, líder fundamental de la independencia de lo que son hoy Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá. Ayudó también a consolidar la independencia de Perú, y aprobó el reconocimiento de Bolivia como república. Por sus actos, se le otorgó el título de Libertador, siendo figura esencial de la emancipación hispanoamericana frente al Imperio español. Su actuación no estuvo exenta de controversias: acusado de autoritarismo y crímenes de guerra por sus detractores, solo a partir de 1872 se consolidó el culto a su figura, promovido por sectores conservadores que lo erigieron en símbolo patriótico.
Últimos días
Una vez instalado en la Quinta de San Pedro, Bolívar se encontró plenamente en manos de su médico de cabecera, quien realizó un minucioso registro diario de la evolución de la salud de Bolívar.
Los primeros días de estancia en la hacienda San Pedro Alejandrino se vieron marcados por el optimismo que mostraba Bolívar respecto a su salud y futuros planes que llevaría a cabo, como lo era la obsesión con trasladarse a las cercanías de la Sierra Nevada de Santa Marta, para lo cual había dado instrucciones al general colombiano nacido en Navarra, España, José Sardá, de construir una cabaña en Masinga, Magdalena, o la organización de un viaje junto a su médico con el fin de explorar Francia, pero este optimismo se veía considerablemente disminuido en cuanto algún quebranto propio de su enfermedad hacía efecto en él.
Con el transcurso de los días y ante un pronóstico médico poco favorable, los miembros de su séquito instaron a Alejandro Próspero Révérend de informar al general de la gravedad de su estado de salud con el fin de que fuese preparando todos los asuntos legales de relevancia e instrucciones de cómo proceder en caso de su muerte, por lo que, luego de un fallido intento debido a que Bolívar entró en cólera al momento de insinuarle la realización de estos procedimientos, y posteriormente terminar siendo convencido por su médico, el 10 de diciembre en horas de la noche, estando presentes los generales colombianos Mariano Montilla, José María Carreño y José Laurencio Silva, el dueño de la casa, varios amigos de Bolívar y el notario Catalino Noguera, tuvo lugar uno de los hechos más simbólicos de estos acontecimientos: la redacción de su testamento y posteriormente de la última proclama dirigida a los Colombianos, donde Simón Bolívar da una visión personal del estado político de Colombia, de su tristeza, de sus medidas para apaciguar las rebeliones y de la esperanza que tiene en la continuidad de la confederación.
Testamento
«Colombianos: Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.
Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.
¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.»
Simón Bolívar

En la gráfica: Cama tipo catre de campaña usada por Simón Bolívar en su estancia en la Quinta de San Pedro Alejandrino, sería esta misma su posterior lecho de muerte.
La última semana de Bolívar se caracterizó por un constante ir y venir entre un pronóstico relativamente favorable y el menos favorable, dónde se realizaban desde salidas al aire libre por la Quinta de San Pedro para permitirle respirar aire fresco e interactuar con la naturaleza, teniendo al paciente en total lucidez y con una buena capacidad de sus facultades, hasta noches eternas en las que los diferentes síntomas de lo que su médico consideraba un catarro pulmonar crónico, desencadenante de una tisis tuberculosa, no dejaban dormir a Bolívar, lo cual sumado a la final reticencia del general para aceptar los diversos medicamentos y tratamientos propuestos por su médico, terminarían resquebrajando aún más su delicado estado de salud.
El 16 de diciembre se vio marcado por la máxima y más grave manifestación de los síntomas de la enfermedad padecida por Bolívar, los cuales empezaron a presentarse a finales de la mañana teniendo su momento más álgido en horas de la noche, estos eventos generaron una extrema preocupación en su médico, la cual expresa en los últimos dos boletines expedidos este día.
Fallecimiento
La descripción precisa del estado de salud de Bolívar se ve ricamente detallada en los boletines médicos de Alejandro Próspero Révérend, los cuales aumentan en número desde la madrugada del 16 de diciembre y la luctuosa mañana del 17 de diciembre de 1830, en ellos refleja el progresivo debilitamiento de Bolívar llegando a la conclusión de muerte inminente en próximas horas, a los 47 años de edad.
Boletín número 32:
Todos los síntomas están llegando al último grado de intensidad; el pulso está en el mayor decaimiento; el fácies está más hipocrático que antes; en fin, la muerte está próxima. Frotaciones estimulantes, cordiales y sagú. Los vejigatorios han purgado muy poco. Diciembre 17, a las siete de la mañana.
A. P. Révérend
Tras el paso de una mañana marcada por el constante desvanecimiento de los signos vitales y pasado el mediodía, el silencio del salón principal de la casa, el cual estaba ocupado por los edecanes, la cúpula militar del Ejército Patriota y los amigos más íntimos de Bolívar, se vio interrumpido por las palabras de su médico Alejandro Próspero Révérend, quien los invitó a pasar a la habitación contigua si querían presenciar los últimos momentos del héroe venezolano. Rodeado de su séquito, y tras una larga pero calmada agonía, Simón Bolívar falleció a la 1:03:55 de la tarde del viernes 17 de diciembre de 1830.
Funerales
Los restos de Bolívar reposaron en la Catedral Basílica de Santa Marta antes de ser trasladados a Caracas.
Tras la muerte de Bolívar se dio inicio al protocolo médico para determinar la causa de esta mediante la realización de una autopsia, su traslado y posterior embalsamamiento para realizar la exposición de los restos mortales en capilla ardiente al pueblo local, y tres días después realizar la inhumación en una tumba cedida por la familia Díaz Granados en la catedral basílica de Santa Marta.
Autopsia
A las cuatro de la tarde del mismo día, el médico de cabecera Alejandro Próspero Révérendo dio inicio a la autopsia de Bolívar, la cual fue realizada en una de las salas conjuntas de la Quinta de San Pedro Alejandrino, y no habiendo encontrado indicio alguno que contradijera su diagnóstico inicial, así describió el galeno la conclusión del procedimiento en sus memorias:
«Según este examen, es fácil reconocer que la enfermedad de que ha muerto S. E. el Libertador era en su principio un catarro pulmonar, que habiendo sido descuidado pasó al estado crónico, y consecutivamente degeneró en tisis tuberculosa.»
A. P. Révérend
Una vez terminada la autopsia se procedió inmediatamente al traslado y posterior embalsamamiento del cuerpo en el centro de Santa Marta, éste tuvo que hacerse de manera improvisada dado que no se contaban con los elementos suficientes para realizar esta clase de procedimiento de manera correcta, a su vez, debido a que el único boticario de la ciudad se encontraba enfermo, el procedimiento fue realizado íntegramente por el doctor Alejandro Próspero Révérend.
Hoy, a 195 años de su muerte, Venezuela, Colombia y el mundo recuerda la fecha de su muerte con diferentes actividades para honrar su memoria.
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