Es un viaje donde podrá sentir la selva, conocer el delta y disfrutar de la naturaleza en toda su amplitud, como nos recomienda la autora de este escrito, la colega periodista María Amodío

El estado Monagas sorprende por sus imponentes bellezas naturales. Una de ellas es su zona colindante con Delta Amacuro, que junto con Monagas conforman el delta del Orinoco. Allí existe una playita, que se asoma entre dos formaciones geológicas como son Buja Bujita y caño Manamo, las cuales se conocen como los cayos de Monagas.

Este ecosistema se forma al bajar la marea y es cuando surgen los cayos Buja Bujita y el Manamo, que están en jurisdicción de Monagas, dando pie a la formación de playuelas, donde los turistas pueden pasar un día de disfrute, bañarse, jugar pelota o compartir en familia.

San José de Buja es un caño navegable para embarcaciones pesqueras y peñeros pequeños situado en la vertiente sureste de Maturín. El recorrido terrestre comprende unos 45 minutos para los 57 kilómetros de distancia.

Llegar a los cayos se hace por dos vías: puede tomar la ruta por San José de Buja y abordar un bote; o por carretera, desde Maturín, llega a la población de San José de Buja, a una distancia de unos 60 km.

En lancha el viaje es de unas dos horas.

La travesía comienza en el pueblo de Buja. Tome un bote en el puerto de Buja en un recorrido de una hora y 45 minutos hasta las playuelas donde está el delta de Monagas.

En el lugar no sólo podrá darse un chapuzón; también puede hacer caminata en la selva, pescar pirañas, pasear en curiara, visitar las comunidades indígenas, explorar y conocer la flora y fauna de la zona, disfrutar del paisaje que le ofrece la reserva Gran Morichal y los amantes de pesca deportiva podrán disfrutar de atrapar el pez sábalo.

El espectáculo que no puede perderse es el que ofrece la naturaleza cuando el sol se esconde y aparecen las nubes rosadas en el horizonte y, a la distancia, se logra ver la ola Makareo rompiendo en los cayos. El sonido de las palmas que bailan con el viento deja entrar la noche cargada de estrellas para iluminar el cielo.

Como se encontrará en medio de la reserva Gran Morichal el paisaje será de estar en plena selva. Las viviendas de la población indígena que se encuentra en la zona (waraos) lo trasladarán a otros escenarios al ver los palafitos y observar a esta comunidad que vive y trabaja en las aguas de este caño.

Ver el hábitat de los waraos es todo un espectáculo.

Cortesía de Proyecto Cumbre Ecológica y Turística de Venezuela, A.C. +58 4162250260 Venezuela.

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