La retención, calificada de «injustificada» y «humillante» por las instancias de la Orden de San Lázaro, impidió al prelado abordar el vuelo con destino a Madrid, donde debía participar en una solemne ceremonia de investidura. Este acto vejatorio se suma a los obstáculos en sus viajes por las carreteras del país, violando la Constitución Nacional.
Funcionarios de inmigración venezolanos retuvieron y confiscaron este miércoles el pasaporte del cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo emérito de Caracas y protector espiritual del Gran Priorato de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén en Venezuela.
La retención en Maiquetía, calificada de «injustificada» y «humillante» por las instancias de la Orden de San Lázaro, impidió al cardenal Porras abordar el vuelo a Madrid (vía Bogotá), donde debía participar en una solemne ceremonia de investidura.
Violación de la inmunidad diplomática
El atropello, según denuncia formal elevada a la Secretaría de Estado del Vaticano, ocurrió en la mañana e incluyó el sometimiento del cardenal a trato impropio de su dignidad.
El texto de la denuncia detalla que la policía de inmigración no solo anuló y confiscó el pasaporte venezolano del prelado, sino que también le negó el embarque a pesar de haber presentado su pasaporte del Estado Vaticano.
El documento, emitido en virtud de su dignidad cardenalicia, le otorga prerrogativas diplomáticas como príncipe de la Iglesia católica.
El cardenal Porras fue sometido a requisa de sus efectos personales y vestimenta, con la utilización de perros antidrogas, mientras su equipaje era removido del avión.
El hostigamiento se extendió al gran prior de la Orden en Venezuela, doctor José Antonio Rodríguez Rodríguez, quien lo acompañaba junto con su esposa.
A las 10:48 am, se informó que el cardenal, después del mal rato, ya está camino a su casa. Sin embargo, el hecho recuerda cuando denunció que le impidieron viajar a Isnotú para la misa de acción de gracias por la canonización de san José Gregorio Hernández y santa Madre Carmen Rendiles.
Denuncia ante el derecho internacional
La Cancillería del Gran Priorato de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén en Venezuela, en el comunicado suscrito por José Leonardo Carta Tirado, cataloga los actos de «violación flagrante del derecho internacional».
La denuncia cita específicamente la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (1961), haciendo hincapié en la inviolabilidad de la persona del agente diplomático (Artículo 29) y la inmunidad de inspección de efectos personales (Artículo 36).
El documento insta a la Secretaría de Estado del Vaticano a elevar una protesta formal ante las autoridades venezolanas por el atropello a las prerrogativas diplomáticas. Asimismo, solicita la restitución inmediata de los documentos confiscados y la garantía de libre tránsito internacional para el cardenal Porras, conforme a las normativas vigentes.
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