Guyana y Namibia, según expertos, se perfilan como potencias petroleras emergentes, no solo por sus reservas, sino por la calidad de su petróleo.

Guyana y Namibia han emergido como parte de la selecta élite de productores petroleros.

Guyana es uno de los enclaves más atractivos, a pesar que sus reservas no son espectaculares; sin embargo, el experto petrolero José Toro Hardy está surgiendo en los mercados petroleros mundiales como un actor de importancia.

Toro Hardy es un experto petrolero de larga data: fue uno de los directores de la vieja PDVSA y actuó de forma militante en la Apertura Petrolera de los 90.

“Con una producción del orden de los 410.000 barriles por día y con unas reservas probadas de unos 11.000 millones de barriles de petróleo, este país suramericano, cuya población es de unas 800.000 personas, está experimentado elevadísimas tasas de crecimiento de su Producto Interno Bruto que se estiman alcanzarán a un 29% en el año 2023 y hasta de un 38% en el 2024″, explica Toro Hardy.

«Se espera que su producción petrolera supere el millón de barriles diarios hacia el año 2028”, va directo al grano.

Y avanza en su declaración: Según la Agencia Internacional de la Energía –explica- Guyana aportó el 7% de los descubrimientos mundiales de crudo a partir del 2015.

Aunque su producción se encuentra en alta mar, su capacidad de extracción es muy elevada –precisa Toro Hardy- en función a las más modernas tecnologías. “De acuerdo con el Banco Mundial, sus costos de producción oscilan entre 25 y 35 dólares por barril, lo cual la hace atractiva para los inversionistas”.

Toro Hardy va más allá: “Los descubrimientos petroleros de Guyana se inician hacia el año 2015 en el bloque Starbroek a cargo de la empresa Exxon Mobil. Recientemente, la empresa Chevron compró por la suma de 52.000 millones de dólares a la Hess Corporation. De esta forma, la participación accionaria en el citado bloque queda así: Exxon Mobil 45%, Chevron 30% y la empresa china CNOOC Ltd con un 25%”. Más claro no canta un gallo.

“De acuerdo con el Banco Mundial, sus costos de producción oscilan entre 25 y 35 dólares por barril, lo cual la hace atractiva para los inversionistas”: José Toro Hardy.

El gran reto de Guyana –asevera el analista- será administrar con prudencia el acelerado crecimiento de sus ingresos, pues de lo contrario corre el riesgo de incurrir en la conocida “enfermedad holandesa” que tanto daño hizo a otros países a raíz del descubrimiento de grandes reservas de petróleo en su territorio.

Namibia: grandes descubrimientos

Toro Hardy pasa al tema de Namibia. “Otro país en el cual se están realizando grandes hallazgos petroleros es Namibia donde la multinacional Royal Dutch Shell Plc (Shell) realizó el descubrimiento de un gran yacimiento de petróleo frente a la costa de Namibia», apunta.

«Este es un país situado en una de las regiones más pobres del mundo -tiene fronteras terrestres con Angola al norte, con Zambia al noreste, con Botsuana al este, con Sudáfrica al sureste y sur y con el océano Atlántico al oeste-”, desmenuza.

Otro de los jugadores importantes en Namibia –añade- es la francesa Total Energies. “Entre ambas empresas han realizado descubrimientos que se estiman en unos 11.000 millones de barriles de crudos ligeros de alta calidad y de hasta 8,7 billones de pies cúbicos de gas. Estos hallazgos han tenido lugar en la cuenca de Orange en ese país”, relata el experto.

“Los recientes descubrimientos en Namibia”, según la Agencia Internacional de la Energía, “han traído una sensación de optimismo en la región”: José Toro Hardy.

El campo Venus

Y va a la almendra del asunto: “Quizá el descubrimiento más destacado fue en el campo Venus a cargo de la empresa francesa Total Energies, que ha sido calificado como el segundo hallazgo más importante del mundo en materia petrolera desde al año 2015. Se cree que una vez completada su exploración, este campo pueda llegar a convertirse en un ‘súper gigante’”.

El exdirector de PDVSA echa mano de una cita: “Los recientes descubrimientos en Namibia”, según la Agencia Internacional de la Energía, “han traído una sensación de optimismo en la región”.

Además de Shell y Total, la empresa Qatar Energy también se ha mostrado particularmente interesada en los “mega-descubrimientos” en la cuenta de Orange en la costa de Namibia.

“Vale la pena destacar que lo que pueda ocurrir en materia petrolera tanto en Guyana como en Namibia, se verá sin duda estimulado por una particular situación geopolítica mundial. En efecto, a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania los mercados petroleros europeos se enfrentan al temor de un creciente desabastecimiento. No hay que olvidar que el petróleo ruso ya no puede llegar a esos países debido al embargo que le fue aplicado”, agrega pólvora a su declaración.

Y remata: Por otra parte, como consecuencia de los recientes estallidos de violencia en Israel, debido a los ataques del grupo Hamás desde la Franja de Gaza, “existe el temor de que el Medio Oriente pueda sufrir una nueva etapa de desestabilización lo cual, de producirse, podría afectar el suministro petrolero desde esa región del mundo”.

En el pasado, echa la cinta atrás, los conflictos históricos religiosos del Medio Oriente han llegado a tener un fuerte impacto en la economía mundial.

Guyana: 0.5% de la producción mundial

En su esquina, Juan Szabo es consultor en energía para la firma AV Consulting. El analista, con una probada y vasta trayectoria en el mundo de la energía complementa lo dicho por Toro Hardy.

En primer lugar, comienza por poner las cosas en su justo lugar: La producción mundial actual –informa- se sitúa en algo más de 100 millones de barriles diarios  y “se estima que se mantendrá o crecerá durante los años venideros. De manera que Guyana representa solamente 0,5 % de la producción mundial actual, porcentaje que pasará a más de 1 % en el año 2027”.

En cuanto los precios, relata que a medida que el suministro mundial se mantenga por debajo de la demanda, como ha sido durante 2023, los precios se mantendrán relativamente altos en el rango 85 a 95 para el Brent, pero siempre a merced de potenciales disrupciones geopolíticas producto de las guerras actuales y su repercusión en la regiones petroleras.

“Vale la pena agregar de que el crudo producido en Guyana es de excelente calidad, liviano y bajo en azufre, teniendo mercado en cualquier parte del mundo. El crudo que se produce del campo más reciente Payara, se vende a Europa”.

Calidad del crudo

Comenzando por Guyana, el desarrollo de los descubrimientos ha sido vertiginoso –garantiza el vocero- “principalmente por la calidad de los reservorios descubiertos y la experticia y músculo financiero del operador ExxonMobil. El consorcio que lidera ExxonMobil 45%, incluye a Chevron 25% y la estatal china, CNOOC 30%”.

Hasta la fecha –relata Szabo- se han descubierto casi 40 acumulaciones comerciales con un total de recursos recuperables que se acerca a las 12.000 millones de barriles, y una cantidad de recurso prospectivos que podría más que duplicar esta cifra.

“Adicionalmente, los descubrimientos realizados en Surinam hacen pensar que la cuenca podría expandirse inclusive hasta la desembocadura del rio Amazonas, según interpretaciones de los geólogos de Petrobras”, añade el consultor.

Indica que la extensión potencial de la cuenca hacia Venezuela y Trinidad, esta menos explorada, en parte debido a los potenciales riesgos de la disputa territorial entre Venezuela y Guyana, cuya resolución tendrá sin duda cambios en los correspondientes delimitación de las aguas que corresponden a cada país.

“Esta situación explica la razón de la concentración de los descubrimientos hacia el extremo sureste del bloque Stabroek”.

En la actualidad, avanza Szabo, la producción excede los 400.000 barriles por día, procedente de los desarrollos Lisa, Lisa 2 y la recién comenzada Payara, a través de tres unidades flotantes de producción, almacenaje y carga, FPSO por sus siglas en inglés, Liza Unity, Liza Destiny y Prosperity respectivamente.

“A principios del 2024, la producción alcanzará los 650.000 barriles diarios y los planes de desarrollo presentados al gobierno de Guyana, llevarían la producción a 1,2 millones de barriles por día para finales del 2027”.

Este éxito económico súbito –subraya Juan Szabo- tiene sus bemoles y tiende a trastocar los equilibrios macroeconómicos.

El gobierno busca proteger al país –indica- de la conocida «enfermedad holandesa», que se produce cuando se presenta un auge económico demasiado intenso, tal como le ocurre a Guyana, coincide con Toro Hardy.

“El resultado final puede ser una economía con una divisa sobrevalorada, grandes desequilibrios y poca diversificación sectorial”.

Guyana y Namibia se exponen a padecer la clásica enfermedad holandesa de los países petroleros por intoxicación de dólares.

Fondo de Estabilización Macroeconómica

Para impedir esta situación, Guyana –prosigue Szabo- ha establecido un tipo de cambio fijo frente al dólar estadounidense, “para impedir que el dólar guyanés se aprecie demasiado, y ha establecido un fondo de estabilización macroeconómica, llamado Fondo Soberano de Riqueza o también Fondo de Recursos Naturales, manejado por el Banco de Guyana”.

Si nos referimos a Namibia, comenta Szabo, “hace muchos años estaba en la mirada de los exploradores, pero no fue hasta principios de 2022 cuando, la industria se sorprendió con los anuncios de dos descubrimientos en las aguas profundas en Namibia, en el Atlántico Sur de África»

«Shell anunció primero el descubrimiento de petróleo liviano en Graff-1. Un mes después, Total anunció otro importante descubrimiento de petróleo, el pozo Venus-1, que había atravesado sedimentos prospectivos casi tres veces el tamaño del descubierto por el Graff-1. Otros descubrimientos confirmaron que se trata de acumulaciones de clase mundial, comerciales bajo las condiciones actuales”, se explaya, con profusión de data.

Szabo apunta que otras petroleras se han hecho presentes, la compañía portuguesa de petróleo y gas Galp ha iniciado operaciones de perforación en un pozo con licencia PEL 83 en alta mar en Namibia, ubicado cerca de los descubrimientos Graff de Shell y Venus de TotalEnergies.

Por otra parte, la petrolera estadounidense Chevron perforará unos 10 nuevos pozos en PEL 90. Estas licencias están situadas en el corazón de la Cuenca Naranja de Namibia, que se perfila como una de las regiones de petróleo y gas más prometedoras del mundo.

“Consultores, junto con la empresa estatal estiman que lo descubierto a la fecha podría tener una magnitud en términos de recursos recuperables de unos 6 a 7.000 millones de barriles”, afirma el vocero.

Y pone el punto y final: “El relativamente pequeño y extremadamente pobre país de Namibia, se encuentra en las puertas, siguiendo el ejemplo de Guyana, de empezar a ser una figura importante en el ámbito petrolero con unos ingresos nunca antes vistos pero que vienen acompañado de retos complejos para administrar apropiadamente la riqueza”, remata Szabo.

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