Orlando Cuicar M.

    La dictadura juega sola a su antojo, porque se creó su propia oposicion, y el arter ego superior lo ubicaron en un pais como Noruega, gobernado por el socialismo europeo donde sus epónimos son: Borrel, Pedro Sanchez y compañia.

  La estrategia de la dictadura de judicializar el caso de las inhabilitaciones llevando el caso a la CSJ, representa una logica lineal para darle un caramelo a los EEUU, flexibilizando las sanciones, quitandole a Maduro  la recompensa sobre su cabeza, y de paso eliminar las sanciones, es decir un juego suma cero, todo para el gobierno nada para la «real oposicion».

   Tal es el juego, que los dos jugadores son los mismos actores, no hay actores opuestos al gobierno, G4 y Gobierno son uno solo, porque el actor oposicion lo nombra el pueblo que » pone y quita el mandato».

  El 22 de Octubre, el pueblo masivamente escogio a la oposición real y los competidores fueron barridos como opositores, el G4 es una estructura minúscula electoralmente muy precaria.

  Los actores de la llamada Plataforma Unitaria no son representantes del pueblo, por lo tanto no son opositores, ellos tienen algunos gobiernos estadales y municipales, pero todos sin excepcion no tienen voz propia.

    En todo juego de oponentes debe existir un «arbitro imparcial», y precisamente en las dictaduras y gobiernos ilegitimos estos no existen y el alter ego noruego no es imparcial. De modo que TSJ y gobierno son lo mismo con diferentes ropajes.

   Ahora bien, el gobierno de Maduro es ilegitimo y por ello ha sido condenado por innumerables paises y entre ellos el de los Estados Unidos, la estrategia de la real oposicion debe ser a dos niveles, motivar al poder legislativo norteamericano y de paises fuera de la orbita socialista para quesirvan de cajones de resonancia y problablemente se escojan nuevos arbitros mas legitimos y democraticos.

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