Amenhotep Planas Raga*

Hablar de cambios a estas alturas de este siglo y a la suficiente juventud acumulada en mi edad, podría afirmar de nuevo que “todo tiene que evolucionar. De allí, los nuevos liderazgos paradigmáticos y transformacionales que nos lleven a una nueva cosecha de Líder-gente”

Primero gente? O primero líder? Cada circunstancia proveerá el necesario, por ejemplo, en su tiempo:

El gobierno del general “civilista” Isaías Medina Angarita (1941-1945) se caracterizó por una apertura democrática que incluyó la legalización de partidos políticos, la promoción de libertades civiles y la implementación de importantes reformas sociales y económicas. A pesar de estos avances, fue derrocado por un golpe de Estado en 1945 antes de poder completar su programa político.

Entre sus características principales, estuvieron Apertura democrática permitiendo la legalización de partidos como Acción Democrática (AD), el Partido Comunista de Venezuela y COPEI. Restauró y amplió derechos como la libertad de expresión, de reunión y de prensa. Creó el Partido Democrático Venezolano (PDV) como un paso hacia la democracia. Creo el documento como la cédula de identidad nacional. Otorgó el sufragio femenino en una reforma constitucional importante.

Dentro de sus Reformas sociales y económicas: Creó el seguro social obligatorio y lo extendió por todo el país. Impulsó la educación, con un aumento significativo en la matrícula escolar y la construcción de liceos y escuelas rurales.

Promulgó la Ley de Impuesto sobre la Renta en 1942, buscando una estructura tributaria más progresiva.

Firmó la Ley de Hidrocarburos de 1943 para aumentar el control estatal sobre la industria petrolera, aunque el control total aún no era posible.

Promulgó la Ley de Reforma Agraria en 1945 para intentar redistribuir la tierra, aunque no se llegó a implementar por completo debido al golpe de estado.

Sin embargo fue derrocado el 18 de octubre de 1945 por un golpe de estado cívico-militar. El golpe fue liderado por una coalición que incluía a militares jóvenes y al partido Acción Democrática.

Luego vinieron otras experiencias

Otras experiencias civilistas que a la final trajeron a un militar con criterio progresista pero contrario a las ejecutorias de Medina Angarita: El gobierno de Marcos Pérez Jiménez, de 1953 a 1958, fue una dictadura militar caracterizada por el autoritarismo, la represión política y la censura, aunque también por un importante desarrollo de infraestructura y modernización del país gracias a la bonanza petrolera. Su gobierno terminó con su derrocamiento en el golpe de estado cívico-militar del 23 de enero de 1958, tras un plebiscito con el cual intentó perpetuarlo en el poder.

Dicho período tuvo como características principales el Autoritarismo y la represión: Se caracterizó por la falta de libertades democráticas, la censura de prensa y la persecución de opositores.

Desarrollo de infraestructura: Impulsó un programa masivo de construcción de obras públicas modernas, como carreteras, puentes y edificios, bajo la doctrina del «Nuevo Ideal Nacional».

Crecimiento económico: Se benefició de la bonanza petrolera, que impulsó la inversión extranjera y atrajo inmigrantes europeos.

Endeudamiento y corrupción: A pesar de las obras, el gobierno también aumentó significativamente la deuda externa y hubo ciertas denuncias de corrupción y despilfarro.

La moneda nacional se equiparó a las mas valiosas del mundo como la Lira y el Dólar norteamericano. La moneda nacional era un referente mundial en la economía.

Oposición creciente: La creciente oposición, que incluía a partidos políticos, estudiantes, e incluso a la Iglesia Católica, fue clave para su caída.

En 1957, Pérez Jiménez intentó extender su mandato a través de un plebiscito fraudulento, lo que provocó una mayor resistencia.

El 23 de enero de 1958, una combinación de sectores de la sociedad civil y militares disidentes derrocó la dictadura. Tras su caída, Pérez Jiménez huyó del país y se exilió en España.

Otras experiencias

Luego vinieron otras experiencias, bien ilustradas para las nuevas generaciones ya que la «historia la escriben y modifican los vencedores». En ese sentido los gobiernos de Acción Democrática y de Copei, con sus aciertos y desaciertos, por alejarse de sus ideologías condujeron al llamado “chavismo”, producto también de los cambios que nunca se pensaron ni programaron. Pero cambios al fin desde lo emotivo, nunca desde lo ideológico ni económico y cada quien puede juzgar sus resultados en cuanto a seguridad personal y seguridad jurídica, estado de derecho, respeto a los derechos humanos, estabilidad económica y paremos de contar. Por ello, la “Ciencia Política” obliga a rediseñarse y para ello, el valor mental del ser humano es fundamental, sobre todo cuando se ubica en el pasado para definir el presente y crear perspectivas para el futuro.

Finalmente, las nuevas generaciones tienen la obligación de restructurar y reestructurarse para garantizar a las futuras mejores condiciones sociales, políticas y económicas. Es decir, formar nuevos estilos de liderazgos que permitan enterrar a una gran cantidad de cadáveres insepultos de la actual política nacional y global.

*= Periodista, docente universitario, filólogo y comunicólogo

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