A partir de 2025 se detienen las ayudas a las calderas de gas y en 2030 todos los edificios nuevos deberán contar con sistemas alternativas como la aerotermia.
Para 2040, las calderas de gas deberán haber desaparecido de Europa
Las calderas de gas tienen los días contados. En países como España todavía son predominantes, pero la Unión Europea tiene claro que deben desaparecer frente a alternativas más sostenibles como las bombas de calor. Ahora, el Parlamento Europeo ha dado el respaldo definitivo para su erradicación.
A partir de 2025 sin ayudas. La primera fecha que se ha establecido es la de 2025. A partir del próximo año se prohíbe subvencionar las calderas de gas o dependientes de combustibles fósiles. Sí se permitirá seguir dando ayudas a otras calderas que utilicen sistemas más sostenibles, como las bombas de calor o las instalaciones solares térmicas.
En 2028, todos los edificios públicos deberán ser climáticamente neutrales. El siguiente punto es 2028. Para este año todos los edificios ocupados por autoridades públicas o que pertenezcan a los distintos Estados deberán ser neutrales climáticamente.
Para conseguir este baremo se podrán tener en cuenta «el potencial de calentamiento global (PCG) a lo largo del ciclo de vida del edificio, que incluye la producción y eliminación de los productos utilizados para construirlo».
Y en 2030, todos los edificios nuevos. Previsiblemente las calderas de gas desaparecerán antes, pero lo que está establecido por el Parlamento es que en 2030, ningún edificio nuevo las tendrá instaladas.
La aerotermia ha llegado para quedarse: cómo funcionan las bombas de calor que van a jubilar a las calderas de gas
Renovación progresiva. La fórmula que ha creado el Parlamento es progresiva. La idea es establecer un mínimo de reducción para cada momento. Para 2030, los edificios residenciales de cada país deberán adoptar las medidas para que se reduzca en promedio la energía primaria utilizada en un 16%. Para 2035, Europa obligará a que esta reducción de la energía utilizada sea entre un 20% y un 22%.
Otra renovación es con los edificios no residenciales. Para 2030 se deberán renovar el 16% de los edificios no residenciales menos eficientes y para 2033, el 26%. Es decir, paso a paso el Estado tiene la obligación de ir instalando alternativas a las calderas de gas. Primero para los edificios públicos y posteriormente los residenciales y no residenciales.
En 2040, adiós definitivo a las calderas de gas. Los distintos países miembros están obligados a eliminar los sistemas de calefacción de combustibles fósiles. La fecha elegida es 2040. Para esa fecha, las calderas de gas deberán haber desaparecido de Europa y se deberá haber pasado a sistemas alternativas como las bombas de calor.
Solo un par de excepciones. Sí hay un par de situaciones donde las calderas de gas podrán seguir estando presentes. El primero son los edificios agrícolas. El segundo son los edificios culturales e históricos, como monumentos o lugares de culto.
Te invitamos a leer proximamente sobre la «aerotermia»
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