HOLLYWOOD, CALIFORNIA - JULY 07: Maria Gabriela de Faria attends the Los Angeles Premiere of Warner Bros. "Superman" at TCL Chinese Theatre on July 07, 2025 in Hollywood, California. Maya Dehlin Spach/Getty Images/AFP (Photo by Maya Dehlin Spach / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP)

La actriz, Angela Spica (La Ingeniera) en Superman de James Gunn, explicó que se acercó al personaje de una manera distinta a como lo ha hecho con otros. Optó por abordarlo primero desde lo físico para explotar luego su atormentado e idealista mundo interno. El filme, de lo mejor que se ha hecho del personaje desde el clásico de 1978, se estrena este jueves

La actriz caraqueña le incorpora a Angela Spica los elementos humanos y tecnológicos que necesita | AFP

Pareciera que todo está alineado para que María Gabriela de Faría tenga una carrera exitosa en la gran industria del cine. Ella, sin embargo, se lo toma con mucha calma. Sí, es la Angela Spica (La Ingeniera) del Superman de James Gunn (Guardianes de la galaxia), pero en este momento lo que quiere es disfrutar este regalo y seguir su camino como actriz, un oficio, admite, cuya naturaleza es precisamente la inestabilidad.

Superman se estrena esta semana en Venezuela y la cara de De Faría aparece en pendones, cajitas de cotufas y vasos de refresco en los cines. Hay motivo de orgullo. Aquella adolescente que conmovió en Isa TKM hace casi 20 años y aterró a todos con su personaje endemoniado en El exorcismo de Dios, nacida en Caracas en 1992, es una de las enemigas del superhéroe más popular del mundo.

Hace apenas tres años, mientras se encontraba en Caracas por el estreno de El exorcismo de Dios, dirigida por Alejandro Hidalgo, hablaba en una entrevista con El Nacional de los retos que implica ser actriz en Estados Unidos y de cómo debía sobreponerse a las desilusiones si no quedaba seleccionada en un casting.

“Estoy aprendiendo a no tener expectativas, aunque lo digo de la boca para afuera, porque uno hace un casting y se imagina haciendo eso, uno se ve filmando en el sitio, hace planes. Ya después no pasa. Pero aprendo. Hago castings. Actúo en general por el simple hecho del amor al arte, por querer crear algo. Eso es lo que pasó con El exorcismo de Dios también. No sabía si iba a salir bien o mal, pero es lo que hice en ese momento”, dijo.

Ahora, con la sonrisa que la caracteriza, recuerda en una conversación vía Zoom desde Los Ángeles que su carrera como actriz la comenzó a los 5 años de edad y conoce con claridad las ventajas y desventajas de lo que hace. Por ejemplo, Angela Spica, explica, es una mujer que atraviesa dificultades y se sacrifica de maneras muy particulares para alcanzar sus objetivos, entonces ella se aproximó al personaje desde lo físico —entrenó al menos ocho meses antes de filmar— para desarrollar su mundo interno y trabajar emociones como el dolor, la rabia o la frustración.

“Ese entrenamiento tan difícil, que eran tres horas al día, seis días a la semana, y después el séptimo día era un descanso activo, me ayudó mucho a prepararme mentalmente para The Engineer, porque ella es una mujer supercapaz, superpoderosa, que realmente atraviesa dificultades”, explica la actriz de 32 años de edad, que trabaja en el musical en plano secuencia Otra, dirigido por Armani Ortiz.

El filme de Gunn, que se estrena el 10 de julio, pone a Superman  (David Corenswet) como un héroe conocidísimo en el mundo que debe enfrentarse a los planes vanidosos de su principal enemigo, Lex Luthor (Nicholas Hoult). Es decir, esta nueva aproximación al personaje no va de inmediato a sus orígenes: si bien se comentan en algunos momentos, el objetivo tiene que ver con la trama conflictiva entre superhéroe y villano o plantear la dimensión de su poder en la Tierra.

En la película el director parece haber sacado todo su arsenal cinematográfico y conocimiento sobre el mundo del superhéroe para llevar al espectador a una experiencia repleta de acción, movimientos súbitos de cámara, humor, amor y una suerte de jugueteo con el universo de los videojuegos en escenas como la pelea con el Kaiju o cuando Superman se encuentra en el Universo de Bolsillo. Tales elementos le incorporan un racimo de formatos narrativos y estéticos de la propia época actual junto a una reconexión con los cómics: ¿no son  los videojuegos, como los cómics, un modo de contar y de vivir las historias?

Fue acertada la elección de Corenswet como Superman porque el actor, conocido por series como The Politician, posee los elementos que suelen caracterizar al personaje: su determinación para salvar a los demás, sus momentos de timidez, su sencillez demostrada al aceptar ser un hijo más de este planeta o su nobleza. Con la Lois Lane de Rachel Brosnahan, ganadora del Emmy y el Globo de Oro por The Marvelous Mrs. Maisel, la química es natural en pantalla y el personaje de la periodista no se queda solo en ser la novia del protagonista, es decisivo en la trama y seguramente lo será en siguientes películas.

Pero además el espectador podrá encontrarse con otros héroes que acompañan a Superman en el camino: Mister Terrific, Linterna Verde, Chica Halcón y Metamorfo.

Es notable en la actuación de María Gabriela de Faría el trabajo físico y mental que hizo. No es solo el personaje inteligente que sirve a Lex Luthor por sus convicciones, es quien le da el golpe más mortal a Superman en el filme y sus enfrentamientos en campo abierto son de las escenas más memorables de la película. La actriz caraqueña le da a Angela Spica los elementos humanos y tecnológicos que necesita.

—¿Qué sintió cuando James Gunn le ofreció el papel de Angela Spica, La Ingeniera?

—No me lo creía. Le hice muchas preguntas a mi equipo: ¿estamos seguros?, ¿no se van a echar para atrás? Así soy yo. Es un personaje tan cool, tan especial en el Universo DC, que me voló la cabeza. Uno hace muchas audiciones y sabe que la mayoría terminan en un no porque uno no puede hacer todos los personajes. Pero este en particular… ¡guao! No me lo esperaba. Y yo soy actriz desde los 5 años, tengo 27 años de carrera. No es que no crea en mí. No es que no haya tomado los pasos para llegar acá. Pero, claro, es algo muy, muy bonito, y sí, es un regalazo. Todavía lo veo así a pesar de que hace bastante rato que terminamos de filmar.

—¿Cómo se recibió esa noticia a nivel familiar? ¿Qué le dijo Christian (McGaffney), qué dijeron sus padres?

—Christian, por algún motivo, estaba superseguro de que era para mí. Pasé un mes esperando respuesta y fue el peor mes de mi vida. Estaba ansiosa todos los días. Me podían llamar en cualquier momento y decirme ‘sí, eres tú’. Mi vida se podía poner muy, muy cool, o bueno, podía estar triste porque habría perdido un personaje que nunca fue mío. Pero Christian siempre estuvo superseguro. ‘Tranquila, eso es tuyo, no te preocupes’, decía. Mis papás sabían muy poco del proceso. Las cosas yo no las comparto tanto, me las guardo para mí hasta que tenga algo que decir. Generalmente las cuento cuando ya la cosa está lista. A ellos les envié una action figure de Superman al trabajo para decirles que había quedado en el personaje y casi se mueren de la felicidad. Están felices.

—¿Podríamos decir que interpretar a La Ingeniera es la puerta de entrada a una carrera estable en la gran industria del cine?

—No lo sé. No pienso en eso de esa manera. Porque tengo muchos años haciendo lo que hago y además con amigos en lo alto de la cima. Siempre es inestable. Creo que el oficio del actor es muy inestable y esa es la naturaleza de este trabajo. Realmente no pienso en eso sino en la bendición de que ¡guao, hice esto! Y ojalá pueda seguir contando la historia de The Engineer. El regalo es este y el camino sigue, con cosas diferentes.

—Ha mencionado que estuvo entrenando intensamente. ¿Cómo fue ese proceso físico y mental para interpretar a La Ingeniera?

—¡Duro! Creo que fueron siete u ocho meses de entrenamiento previo a filmar. Después seguí entrenando mientras filmaba. Ese entrenamiento tan difícil, que eran tres horas al día, seis días a la semana, y después el séptimo día era un descanso activo, me ayudó mucho a prepararme mentalmente para The Engineer, porque ella es una mujer supercapaz, superpoderosa, que realmente atraviesa dificultades. Se sacrifica de maneras bien particulares para lograr sus objetivos: fue un poco lo que me tocó hacer en esos entrenamientos. Sacrificar muchísimas cosas y hacerlo con dolor, con rabia, con frustración, sin ver resultados, sin sentirme más fuerte. Hasta que eventualmente, después de que pasaron los meses, fui viendo lo que estaba buscando. Fue un personaje al que me acerqué de una manera muy diferente: primero desde el lugar físico para ayudarme a desarrollar su mundo interno.

—Y es un personaje con una dimensión tecnológica y filosófica también. ¿Cómo abordó esa dualidad entre ciencia y ética?

—Eso fue superdivertido. Porque Angela al final del día es humana y no realmente. Tiene una parte que es máquina que entonces se desenvuelve con la humanidad, desde ese lugar que es mucho más frío, más calculador. Sin embargo, la decisión de convertirse en este personaje viene desde un lugar muy humano también de ella, como de una preocupación genuina por el mundo. Por el lugar al que está yendo la sociedad. Es como un baile entre las dos cosas. Considero que dentro de Angela hay un humano que siente profundamente. Que es constantemente encerrado en lo más profundo del corazón por la máquina para poder actuar del modo en que actúa.

—¿Cómo conecta su trayectoria en telenovelas, series juveniles y en cine con este nuevo capítulo en su carrera?

—Creo que todo tiene que ver con todo. Al final del día es como una construcción, un bloque sobre bloque. Cada trabajo te da herramientas diferentes que vas a necesitar para el siguiente. Yo, que soy tan ansiosa, de pronto quiero abortar procesos y llegar a las cosas o los personajes. Incluso en la vida misma, como cuando quiero poder sentirme de una manera específica en cuanto a una situación en mi vida que puede ser difícil, y al final del día no es así. Al final te toca ir pasito a pasito. Uno aprende en retrospectiva, miras hacia atrás y dices ‘ah, ok, eso lo aprendí hace cinco años’. O esta novela que hice hace 15 años me dio las herramientas para poder hacer esto en este momento. Ha sido muy bonito el proceso: poder ver que los pasitos han sido conscientes e importantes para llegar hasta el hoy.

—¿Tiene proyectos en desarrollo que pueda compartir, ya sea en cine, televisión o en su faceta como emprendedora?

—Estoy trabajando en una película que se llama Otra, un musical en plano secuencia. Estoy muy feliz. Es producido por Tyler Perry y dirigido por Armani Ortiz, un maravilloso director. Ha sido un reto importante porque es una habilidad distinta. Uno como venezolano baila desde que nace: lo lleva en la sangre. Pero hacerlo de forma profesional es otra cosa. Y además en plano secuencia, donde todo tiene que quedar perfecto, es bastante difícil.

—¿Cómo fue trabajar con David Corenswet (Superman) y Rachel Brosnahan (Lois Lane)?

—Increíble. David es como mi persona favorita en el planeta. ¡Es Superman! Es un hombre bastante particular, es un hombre superdirecto, es un hombre superamable. Mi esposo cuando lo conoció fue como… ¡es Superman! Porque realmente lo es. Lo adoro y amo su familia. Me acaba de enviar una foto muy chistosa de él tomándose un capuchino con mi cara. Me dijo que se siente raro con ese capuchino. Y Rachel es la persona más dulce del planeta. Tremenda compañera de trabajo y una actrizaza espectacular. Estoy como una fangirl constantemente en ese set.

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