Por Guillermo García N.

El modelo económico, financiero y de inversión que hasta el momento hemos transitado en el país para dar bienestar a las mayorías no ha funcionado. Se requiere un cambio del modelo rentístico para crear una sociedad moderna y prospera para todos sin distinción.

El año 2026 próximo a iniciar, trae para la economía venezolana retos y cambios que debemos adoptar y aplicar para mantener el crecimiento económico y el desempeño empresarial.

La nueva dinámica y crecimiento económico del país debía estar basada en la iniciativa privada, el emprendimiento y creación de nuevas empresas y seguridad jurídica a las ya existentes y un nuevo modelo económico y de desarrollo y los fondos de inversión especializados y vehículos de inversión serían los grandes impulsores. En esta entrega me referiré a uno de los sectores importantes de la economía venezolana y cómo pueden ser potenciados a través del mercado de valores.

El mercado de valores el nuevo motor de la economía en 2026

Una característica presente en las economías de países desarrollados o en vías de alcanzarlo, es poseer un mercado de valores amplio y desarrollado. En estos países, el ahorro interno de los ciudadanos es en buena parte canalizado hacia el mercado de valores y de capitales, para que éste sirva eficientemente en la asignación de esos recursos. De esta manera el sector privado financia sus inversiones y crecimiento de mediano y largo plazo, así como también el sector público puede acceder a recursos para cubrir necesidades de financiamiento del gobierno central, municipal y entes estatales.

Difícilmente hoy, puede un país mantener tasas de inversión creciente, como de desarrollo económico sostenido, si no cuenta con un mercado de valores robusto, de amplia y sólida participación. En estos países, tanto el Estado como el sector privado trabajan conjuntamente en la elaboración y promoción de leyes, normas, providencias; así como de formas de perfeccionamiento del mercado de valores que permiten su desarrollo, transparencia y seguridad.

La Superintendencia Nacional de Valores ha venido impulsando de manera muy eficiente desde mediados del 2019 a través de resoluciones, providencias y reglamentación, instrumentos y vehículos de inversión, al igual que agilizando de manera importante la evaluación y autorización de emisiones de deuda (Papeles comerciales, participaciones, obligaciones, acciones, sociedades en promoción) que han no solo impulsado el mercado, sino que ha brindado una fuente eficiente de financiamiento para las empresas en momentos donde el crédito bancario tradicional ha disminuido drásticamente. Esta tendencia de búsqueda de financiamiento para las empresas en 2026 y próximos años se incrementará, en la medida que las empresas conozcan de las bondades que brinda el mercado de valores y las vías para lograrlo.

La realidad económica de Venezuela cambió y seguirá cambiando. Cada día son más las empresas que evalúan y ponen sus ojos en el mercado de valores como una fuente eficiente y oportuna y permanente de financiamiento.

Sociedades de Inversión serán los catalizadores

Las sociedades de inversión y vehículos especializados, en mi opinión se van a convertir en los grandes impulsores y motores del desarrollo económico del país. El sector privado nacional con sus iniciativas y el apoyo de la SUNAVAL están y van a generar una nueva forma de financiamiento e inversión en el país. Por su parte, el Gobierno Nacional debe brindar los incentivos y oportunidades de negocios en todas las áreas de la economía del país, dejando atrás dogmas y modelos económicos del pasado que demostraron su fracaso. La nueva dinámica y crecimiento económico del país debe estar basada en la iniciativa privada, el emprendimiento y creación de nuevas empresas y seguridad jurídica a las ya existentes y un nuevo modelo económico y de desarrollo.

¿Cómo potenciar el sector agrícola y Agroindustrial?

El sector agrícola y agroindustrial debe convertirse en punta de lanza del nuevo desarrollo y de suficiencia alimentaria para todos los venezolanos. La producción agroalimentaria nacional debe impulsarse con fuerza con el apoyo tanto del sector privado como de las políticas públicas adecuadas que permitan crear los incentivos, seguridad jurídica que permitan el crecimiento del sector y obtener en pocos años la seguridad alimentaria que requerimos como país.

Ya los recursos provenientes del petróleo para financiar cada vez más importaciones baratas en desmedro de la producción nacional deben cambiar. Ahora, el reto que tiene el sector privado nacional, es incrementar sustancialmente la producción agrícola y la agroindustria por su parte, el incremento de la producción de productos requeridos por el consumidor, donde nuevas empresas, emprendedores y las empresas ya existentes y de trayectoria consoliden un sector cada vez más fuerte y pujante, que permita que la oferta de productos se amplíe, que haya competencia y con ellos los precios bajen. La política gubernamental debe priorizar la producción nacional, reduciendo importaciones de productos que entran al país en condiciones arancelarias ventajosas y en algunos casos de contrabando o en competencia desleal.

Se abren oportunidades en el mercado de valores

El sector agrícola y agroindustrial tiene un potencial enorme y por ello las oportunidades de desarrollo futuro y la creación de nuevos vehículos de inversión a través del mercado de valores abre grandes posibilidades tanto para las empresas como los inversionistas en general. En tal sentido, hay ya varias sociedades de inversión especializados que tienen como objetivo promover y desarrollar opciones financieras distintas a las convencionales bancarias, que den apoyo sostenido y seguro a las empresas agroindustriales y agrícolas con el desarrollo de modelos innovadores de inversiones y financiamiento.

Estas sociedades especializadas en el sector agrícola y agroindustrial podrían invertir tanto en títulos valores agrícolas autorizados por Sunaval (los títulos valores que se detallan debajo) o invertir directamente en empresas, fincas o emprendimientos del sector.

Estas sociedades de inversión o compañías anónimas autorizadas tiene como objetivo promover y desarrollar opciones financieras distintas a las convencionales bancarias, que den apoyo sostenido y seguro a las empresas ganaderas, agrícolas y agroindustriales con el desarrollo de modelos innovadores de inversiones de capital tomando participación accionaria en las empresas donde invierte, por lo que lo convierte en un factor muy importante en los actuales momentos para dar impulso al sector agroindustrial, ganadero y agrícola del país, el cual es fundamental para el crecimiento económico y poder desarrollar empresas del sector que garanticen una mayor oferta y abastecimiento de productos. Estas sociedades de inversión canalizan recursos de los inversores y ofrecen asesoría para que las empresas aumenten la posibilidad de permanencia y éxito en el mercado y de adecuar dichas empresas a que puedan cotizar en un futuro en las Bolsa de Valores sus títulos, lo que permitirá no solo su posibilidad de financiamiento de largo plazo de esas empresas, sino al mismo tiempo ofrecer nuevos títulos valores al mercado de valores, beneficiando también a los potenciales inversionistas y al mercado en su conjunto..

Alternativas disponibles a través del mercado. Existen múltiples opciones que las empresas pueden utilizar para financiar tanto sus operaciones de corto plazo, como de mediano y largo plazo. La Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval) emitió una circular donde regula la oferta pública y negociación de instrumentos financieros sobre activos agrícolas, pesqueros y forestales, los cuales pueden ser emitidos en bolívares y en moneda extranjera para financiar el ciclo productivo.

La normativa, detalles y requisitos están incluidas en la Circular Nº DSNV/00002, de fecha 9 de febrero de 2024, y establecen los lineamientos para la realización de estas operaciones, «a los fines de garantizar las condiciones adecuadas de trasparencia y seguridad en los procesos de financiamiento en las Bolsas de Valores de Productos e Insumas Agrícolas».

La Circular emitida por Sunaval contempla la emisión de cuatro títulos bursátiles: Títulos Agrofinancieros, Notas Bursátiles Agrícolas, Títulos de Inversión Agrícola y Contratos sobre facturas agropecuarias, pesqueras y forestales. Estos productos de inversión permiten flexibilidad de plazos y costos, incluyendo la posibilidad de titularizar facturas para adelantar fondos, en un entorno adecuado de riesgos, en concordancia con los ciclos de la actividad productiva.

Titularización de activos. La Titularización es el uso de un activo(s) como colateral o garantía para emitir títulos valores en el mercado con el objetivo de levantar fondos. Es dar una utilización más eficiente y sacar mejor provecho de los activos que se poseen. Se basa en el agrupamiento de una serie de activos similares en un VPE y predeterminado, el cual emite los nuevos títulos valores con garantía del activo subyacente cedido temporalmente del originador o dueño del activo para garantizar el repago del título valor emitido por la compañía titularizadora.

En resumen, las sociedades de inversión especializados, vehículos de inversión especiales y los títulos agrícolas constituyen los esquemas y formas de inversión y financiamiento que el mercado de valores puede ofrecer y están disponibles para las empresas. Son también las empresas, sus directivas y accionistas que deben informarse y obtener la asesoría necesaria para aprovechar las oportunidades que el mercado ofrece.

Por otra parte, el sector privado y las casas de bolsa deben impulsar estas opciones para que la Sunaval pueda evaluar y autorizar la promoción de éstas “Sociedades en Promoción a través de Oferta Pública” y de los títulos valores agrícolas para ser autorizados en oferta pública al mercado.

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