Chile registra, en los últimos años, uno de los mayores brotes del Virus Respiratorio Sincitial (VRS), que cobró la vida de Dana Parra Sánchez, de tan solo dos meses de nacida.
José Luis Parra, de 30 años de edad, es un venezolano oriundo de la ciudad de valencia que junto a su esposa Yessenia Sánchez, de 35, fueron sacudidos por la repentina muerte de su hija Dana, de tan solo dos meses de nacida, tras infectarse en Chile del Virus Respiratorio Sincitial (VRS). La tragedia ocurrió en la Región de Valparaíso, donde el grupo familiar vive con su hijo Martín, de cuatro años, desde hace tres meses.
Dana falleció en el hospital del municipio de Quilpué, luego de esperar doce horas una cama de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pediátrica disponible en el centro asistencial. De acuerdo a los reportes médicos, finalmente cuando estaba todo listo para su traslado, la pequeña no sobrevivió a un segundo paro cardíaco. “Nada nos va a devolver a nuestra hija”, lamentó Parra y agregó: “pero queremos que su historia sirva para que haya más camas y no mueran otros niños”. Agregó Yessenia que “al principio no sabía que era un caso de negligencia, no conocía este virus, pensaba que su cuerpecito no había aguantado. Ahora creo que se podría haber salvado”.
La crisis sanitaria por el brote en Chile mantiene una alta ocupación de camas pediátricas en los recintos de salud. En lo que va de junio, ya son cuatro las muertes de bebés por el virus respiratorio. Incluso, quien ejercía de subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos, renunció a su cargo en el departamento del Ministerio de Salud que monitorea la disponibilidad de camas críticas, entre otras responsabilidades. A partir del pasado lunes 12 de junio, se designó a un responsable exclusivo para cumplir con la tarea que desempeñaba Araos. A su vez, el presidente Gabriel Boric informó que las camas pediátricas en el sistema integrado, tanto público como privado, aumentaron un 58,9% respecto a la base.
La pareja venezolana abandonó su tierra en 2017 hacia Lima, Perú. Sin embargo, hoy puso en duda la decisión tomada hace tres meses atrás de radicarse en el país chileno, luego de volver a quedar embarazada. “Yo quería tener a mi hija en Chile, porque sabía que era mejor. A pesar de que a mí me había ido bien en el hospital (de Lima) cuando nació Martín, a muchas amigas no”, explicó Yessenia.
La dura travesía
Yessenia tenía ocho meses de embarazo cuando decidió, junto a su esposo José Luis, emprender la dura travesía hacia la zona chilena de Quilpué, en la que estaba radicada su hermana, a fin de probar suerte en esa región de América del Sur. Ellos habían cotejado su situación económica en Perú y habían analizado que los salarios eran mejor en Chile, aunque ya no era fácil conseguir el visado. En tanto, como Martín era menor de edad conseguiría la residencia y la bebé tendría nacionalidad chilena. “Lo importante eran los niños”, sostuvo la madre.
La pareja se fue a la frontera de la peruana ciudad de Tacna para cruzar sin documentos a la chilena Arica y, durante dos semanas, intentaron pasar cuatro veces. Finalmente, desembolsaron cientos de dólares y lograron atravesar. Alquilaron una habitación con salón, cocina y baño anexa a una casa en Quilpué, donde nació Dana con 36 semanas. La niña “siempre tuvo mucosidad”, dijo la progenitora y contó que un día empeoró y le diagnosticaron rinofaringitis, pero al no mejorar se la llevó al hospital y le encontraron mucosidad en sus pulmones. Era un miércoles cuando la dejaron internada en el nosocomio y a las ocho de la mañana del viernes, los doctores le dijeron que la trasladarían. En el ínterin, unos paramédicos la intubaron y se la llevaron, cerca de las 16 horas, a una cama que le habían conseguido en la Unidad de Cuidados Intermedios (UTI), no UCI.
Gracias al aporte de los vecinos, quienes hicieron una colecta, pudieron pagar los 440 dólares del funeral de la bebé en el cementerio parroquial de San Carlos Borromeo. Los padres querían darle una cristiana sepultura en uno de césped, pero costaba 1.200 dólares que no tenían. Cabe destacar que ninguna autoridad llegó al entierro de Dana. Yessenia y José Luis mencionaron que el independiente de centroderecha, Hotuiti Teao, les organizó un punto de prensa y los impulsó a asistir al Congreso, donde solicitaron una reunión con la ministra de Salud, Ximena Aguilera, la cual se llevó a cabo el miércoles de esta semana y en la que participaron los otros padres que perdieron a sus bebés.
Agencias/Sala de Redacción, Lcda. Mg.Sc. Andreína Rowina Oroño González CNP 12040
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