Para el exministro de Petróleo y expresidente de Pdvsa la industria petrolera se podría recomponer con una estrategia acertada. “El problema es que el gobierno no tiene ningún plan ni una estrategia estructurada”, dijo
Los últimos 10 años han sido de caída libre para la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). La fuga de trabajadores capacitados, el desvío de sus recursos, la mala administración y la imposición de sanciones internacionales sobre la industria han provocado que su producción apenas ronde el millón de barriles diarios, según los datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En medio de este escenario, la industria petrolera venezolana se ha vuelto cada vez más dependiente de la actuación de petroleras privadas, como la estadounidense Chevron, que no sólo han contribuido a incrementar ligeramente la producción de crudo en Venezuela, sino que han desempeñado un rol determinante en la comercialización de ese petróleo.
Para Rafael Ramírez, exministro de petróleo y expresidente de Pdvsa, estas operaciones representan “el negocio del siglo” para Chevron, lo cual explica, a su juicio, el lobby que ha mantenido la compañía ante la Casa Blanca. El Nacional conversó con él para conocer sus apreciaciones.
—¿Qué piensa sobre el escenario actual de la industria petrolera venezolana, desde la caída de su producción hasta las sanciones internacionales a las que está sometida?
—Uno de los tantos problemas actuales de Venezuela es la falta de información. Tras el desmantelamiento del Ministerio de Petróleo, no existe lo que se llama la producción fiscalizada. Por eso, ante la ausencia de información confiable, yo recomiendo siempre tomar las fuentes secundarias de la Opep, cuyas cifras indican que la producción de Venezuela para el mes de febrero (el último mes que se ha reportado en el informe de marzo) se ubicó en 918.000 barriles diarios de petróleo. Esto es 70% por debajo de nuestros niveles de producción del año 2013, que era de tres millones de barriles por día. Ahora tenemos un problema de un colapso de la producción que se produjo fundamentalmente a partir del año 2014, a raíz de las persecuciones contra sus trabajadores y la militarización de la industria. Buena parte de esa producción petrolera depende en gran parte de empresas extranjeras: la producción de Chevron representa 240.000 b/d; la China National Petroleum Corporation (CNPC) produce aproximadamente 100.000 b/d; otros 100.000 b/d las empresas de Rusia; y las compañías europeas (la española Repsol, la italiana ENI, y la francesa Maurel & Prom) también otros 100.000 b/d. En este momento se están pagando las consecuencias de haber intervenido y haber colapsado la producción de petróleo en el país, porque depende de las transnacionales.
Pdvsa
La producción petrolera de Venezuela ha caída desde los tres millones de barriles diarios hace una década hasta ubicarse en poco menos de un millón de barriles diarios en febrero de este año. Foto: EFE/Henry Chirinos
—¿Qué pasaría si las sanciones de Estados Unidos obligan a las petroleras occidentales a retirarse del país?
—Si cesan las operaciones de Chevron, ENI, Repsol y Maurel & Prom, eso provocaría una caída de cerca de 50% de la producción de petróleo de Venezuela. El gobierno dice, y así debería ser, que Pdvsa es capaz de asumir esta producción, pero yo no creo que sea así. Conozco bien todas las áreas y los proyectos en conjunto con Chevron (en Petroboscán, Petropiar y Petroindependencia), ENI, Repsol y Maurel & Prom necesitan una gestión gerencial, operacional y de recursos que Pdvsa por sí sola no puede garantizar en las actuales circunstancias. Pdvsa se convirtió sencillamente en una agencia administradora de contratos y perdió sus capacidades operativas.
—¿Qué opina de las sanciones que recaen sobre la industria?
—Yo no estoy de acuerdo con las sanciones. Ni estoy de acuerdo con ningún tipo de cosas parecidas, y lo digo claramente. Lo que yo critico es que el gobierno no ha tenido la capacidad ni la responsabilidad de prepararse para ello. Venezuela, con una producción de 900.000 barriles, no le importa a nadie en el mercado petróleo. Y debo decirlo con tristeza, porque antes sí importábamos. Sobre todo porque el precio del petróleo, que está por debajo de 80 dólares, indica que el mercado está bien abastecido, que no hay problema de suministro. Así como Venezuela ha perdido su cuota de producción, otros países la han retomado. Entonces, a nadie le importa lo que esté pasando en Venezuela salvo a Chevron, que está haciendo el negocio del siglo. Cuando la propaganda dice que en Venezuela nadie nos impone condiciones, no es verdad. El gobierno venezolano aceptó las condiciones opuestas por la OFAC en el 2022, que prohíben a las petroleras privadas pagar regalías e impuestos petroleros, y estableciendo un escenario donde es el privado el que operan y es el privado el que impone.
Chevron y Pdvsa
La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha impuesto sanciones sobre la industria petrolera venezolana, pero también ha facilitado licencias para Chevron y otras petroleras para que continúen operando en Venezuela. Foto: AFP.
—A la caída de la producción y las sanciones se suma ahora la amenaza de aranceles
—Eso es como una especie de tenaza que se está aplicando sobre la producción de petróleo en el país. Normalmente, lo que hace el país sancionado es que redirecciona los flujos. Pero en este caso, lo que está diciendo la administración norteamericana es que también impondrá aranceles a los países que compren petróleo venezolano, y eso impide o desestimula que los países tomen el petróleo que deje la Chevron o que deje Europa. Un ejemplo de ello es la india Reliance, que dos días después de las amenazas de los aranceles, dijo que no levantaría más crudos venezolanos. Las sanciones siempre son una situación difícil, pero es peor en el caso de Venezuela por el grado de debilidad de su industria petrolera. Países como Rusia, que también están sujetos a sanciones, siguen produciendo 10.000.000 de barriles diarios y no han visto su producción caer de la misma manera. También Irán, que produce 3.800.000 b/d. Son países que pueden hacer frente a las sanciones porque han mantenido su capacidad operativa general.
—¿Qué piensa que ocurrió para que esa capacidad técnica de Pdvsa disminuyera tanto?
—A partir de 2014, con el nuevo gobierno, comenzó una persecución interna. Yo tuve que salir exiliado del país. Muchos gerentes fueron puestos presos, acusados de toda una cantidad de cosas. Algunos murieron en prisión, como el caso Nelson Martínez (exmiministro de petróleo y expresidente de Pdvsa en 2017). Se produjo una razzia contra los directivos y los gerentes y trabajadores. Más de 150 trabajadores presos. El gobierno ahorita está diciendo que necesitan aumentar la producción, pero tienen en prisión a los muchachos que producían 3.000.000 barriles al día. En la Faja Petrolífera producíamos 1.300.000 b/d al 2013, pero su gerente general, Pedro León, sigue preso. Y ahorita la Faja se producen 500.000 b/d. Entonces, ha tenido juntas directivas encabezadas por gente que no sabe del negocio, que no conoce de petróleo. Y, adicionalmente, el gobierno desvió los recursos de la industria petrolera desde el mismo año 2014 para pagar deuda o para otros propósitos, dejando a Pdvsa sin recursos para sus operaciones.
—Hubo una época no muy lejana en la que Pdvsa contaba con sus propios taladros y buques petroleros, pero ahora la situación es distinta: la estatal contrata a empresas, a veces con escasa o inexistente experiencia en el sector, que fletan buques para que comercialicen el petróleo venezolano
—Lo que ha pasado con el tema de los buques es que esta administración de Pdvsa privatizó la actividad del trade. El Estado, por la Constitución y la ley, debería tener el monopolio de la industria petrolera, de toda la cadena de producción, procesamiento y exportación. Con las privatizaciones (a partir de 2018), Pdvsa decidió deshacerse de las actividades de trade. Eso le abrió un espacio a una cantidad de compañías, intermediarios, gente conectada políticamente, militares, que tomó entonces las operaciones de comercialización del petróleo de Venezuela y lo hacen como pueden. Y esa especie de red poco transparente de comercialización provocó, por ejemplo, el desastre que se perdieran 22.000 millones de dólares en petróleo entre 2021 y 2022.
Rafael Ramírez, expresidente de Pdvsa
Ramírez considera que diseñar un plan de producción transparente es fundamental para recuperar Pdvsa. Foto: AFP.
—Está claro que Pdvsa debe recuperar y aumentar la producción. Ahora bien, en medio de este contexto de sanciones y sin recursos, ¿cómo cree usted que eso se pueda conseguir?
—Hay que tener cuidado porque hay una matriz que dice que como Pdvsa no tiene recursos entonces hay que privatizarla. Y no es así. Venezuela tiene el principal recurso que cualquier empresa quisiera: las reservas. A pesar de todo lo que ha sucedido, podríamos recomponer con una estrategia acertada la producción de petróleo en Venezuela. El problema es que el gobierno no tiene ningún plan ni una estrategia estructurada. Pero también necesitas gente que pueda llevar adelante ese plan. Yo no conozco al señor (Héctor Obregón) que está al frente de Pdvsa, pero es un abogado que no tiene experiencia en la industria petrolera. La ministra (Delcy Rodríguez) tampoco tiene experiencia en la industria petrolera. Entonces, para tú hablar con los contratistas, hacer una gestión técnica, hacer una gestión de política petrolera, necesitas un cuadro técnico-político con capacidades propias, y todo eso lo han desperdigado. Por eso es que yo digo que el problema de Pdvsa es un problema político de quien está tomando las decisiones, que han sido equivocadas.
—El caso Pdvsa-Cripto expuso que la estatal dejó de percibir al menos 20.000 millones de dólares, según los datos de sus cuentas por cobrar. También reveló que se contrataron a intermediarios que no pagaron por los cargamentos de petróleo. ¿Cómo se cobraba antes? ¿Cómo era el proceso?
—El sistema de cobro de petróleo establecido en nuestras leyes garantiza muchas auditorías que hoy no se cumplen. El petróleo que producía Pdvsa o los privados llegaba a los terminales y luego el Ministerio de Petróleo evaluaba su volumen. Ese cargamento de petróleo salía a clientes que ya tenían contratos a largo plazo con Pdvsa. Ese petróleo salía a esos clientes, ingresaba a las cuentas de Pdvsa y en 48 horas ese dinero pasaba a las cuentas del Banco Central. Luego, el BCV, con todos esos dólares, le daba al cambio oficial lo que le correspondía a Pdvsa e ingresaba al fisco nacional, a través del Ministerio de Finanzas, todos los recursos provenientes de la venta de petróleo. Entonces, se hacía un cheque semanal de cuánto ingresaba al país y eso se informaba al presidente Chávez. Si ahí faltaba un dólar, si ahí había problemas de cobranza, inmediatamente se convocaba a reunión. Había una alerta temprana. Antes no había manera de que ese dinero se perdiera, porque además nosotros mostrábamos nuestros informes auditados por la KPMG, que cada final de año iban auditando todas las operaciones de Pdvsa. Esos informes se publicaban y la gente los podía leer. La última vez que Pdvsa publicó informes auditados fue en el 2016. Pero si tú tratas de ver cuál es la gestión actual de Pdvsa no lo consigues. Todo eso es la excusa de las sanciones, pero es utilizado como una tapadera para ocultar operaciones que no están bien, que no son correctas.
—¿Quién audita a Pdvsa ahora mismo?
—Nadie. No hay ninguna empresa que la audite, y mucho menos internacional.
—¿Cuánto le cuesta a Pdvsa extraer su petróleo y hacer que le sea rentable toda la operación, tomando en cuenta que se ven obligados a vender con descuentos debido a las sanciones internacionales?
—Lo primero a entender aquí es que ningún vendedor de petróleo tiene por qué dar descuentos. Eso es una práctica perniciosa para el país. En esos descuentos está la comisión de todos los que están intermediando en la venta de petróleo, que van de entre 30% y 38% del precio. Antes, el costo técnico de producir en la Faja Petrolífera eran entre dos y cuatro dólares por barril. Y eso, tras el proceso de mejoramiento, llegaba a 12 dólares por barril. Nuestros crudos más costosos rondaban 20 dólares por barril. Pero eso era antes. Ahora no sabemos cuánto está el costo de producción porque no lo reportan. Yo dudo de que ese flujo esté entrando al país.
Rafael Ramírez y Nicolás Maduro
Tras su paso por Pdvsa y el Ministerio de Petróleo, Nicolás Maduro nombró a Ramírez como representante de Venezuela ante las Naciones Unidas. Foto: AFP.
—Se supo que la propuesta de poner aranceles de 25% a los países que compren petróleo venezolano la hizo Chevron en una reunión en la Casa Blanca con Donald Trump, según reportó el Wall Street Journal. Pareciera que la estrategia de la administración Trump es restringir la comercialización de petróleo venezolano por parte de otros países mientras garantiza una mayor porción para Chevron y Estados Unidos.
—No creo que los aranceles de Estados Unidos hayan sido una estrategia de Trump para hacerse con el petróleo venezolano. Esto es un negocio para Chevron y por eso es posible que hayan pedido extender el período para cesar sus operaciones en el país (hasta el 27 de mayo de este año). También es posible que Chevron tenga sus inventarios llenos de crudo Boscán (que lo extrae su empresa mixta Petroboscán) y hayan pedido la prórroga para sacar ese petróleo de su inventario. En todo caso, estas decisiones son terribles para Venezuela porque te limitan la producción de petróleo y sus tasas (de venta). Pocos países van a querer meterse en problemas con los Estados Unidos, a menos que el volumen de petróleo venezolano fuera tanto que no pudieran prescindir de él. Pero si se trata de unos miles de barriles, como es ahora, prescinden.
—Resumamos en puntos clave: ¿cuáles serían los aspectos más fundamentales que, a su juicio, debería tomar Pdvsa para aumentar su producción?
—Primero que todo, cambiar las autoridades del Ministerio de Petróleo y retomar la política petrolera que está en nuestras leyes y nuestra Constitución. Eso es muy importante. Hay que recuperar la fiscalización y la institucionalidad; es decir, que sepamos cuánto se produce en el país, en cuánto se vende nuestro petróleo. Que se sepa todo. Segundo, tienes que tener al frente de Pdvsa a gente capacitada para el negocio petrolero. No puedes tener abogados, militares, amigos. Luego, como tercer paso, hay que restablecer las capacidades operativas. Hay que presentar un plan al país. Y entonces, a partir de allí, convocar a todo el país para cumplir un plan. Otro tema es que con unas nuevas autoridades habría más credibilidad. Necesitas a gente con credibilidad y gente con capacidad para poder hacer acuerdos con otros países. Es una situación muy compleja que requiere a la mejor gente al frente de Pdvsa, el Ministerio de Petróleo y, por supuesto, al frente del gobierno nacional.
Tomando de El Nacional
Lcda. Jaira Molano – CNP 25040 @JairaMolanoNews
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