En abril de 2024, se aprobaron las obras del que quería ser el sexto edificio más alto del mundo: la llamada Legends Tower de Oklahoma, un proyecto que se pretende construir en el distrito de entretenimiento de Oklahoma City (en Oklahoma) y que conformaría un total de cuatro torres. En principio, el proyecto pretendía elevar la torre más alta a 1.907 pies de altura (es decir, unos 581 metros). La altura elegida no es una mera casualidad, sino que se trata de un guiño al año en que Oklahoma se convirtió en el estado 46 de Estados Unidos.

El complejo habría de contener dos hoteles Hyatt, varios restaurantes, centros comerciales y residenciales, además de una plataforma de observación, entre otras. La torre más alta no solo sería la sexta mayor del mundo, sino que se convertiría en el edificio más alto de Estados Unidos (desplazando el lugar que actualmente ocupa el One World Trade Center de Nueva York). Sin embargo, todo podría frustrarse. El plan se enfrenta ahora a un desafío tras las declaraciones de Jeff Mulder, de Oklahoma City Airport Trust Airport Direct.

Según señaló Mulder en una carta a la Administración Federal de Aviación (FAA), la altura de la torre podría poner en peligro la seguridad de los vuelos que operan desde el aeropuerto. Señaló también que, por culpa del complejo, los pilotos podrían pasar más tiempo volando en círculos. Eso se traduce lógicamente en más tiempo de vuelo, lo que a su vez no solo incrementaría el tiempo de los pasajeros en los aviones, sino también mayor riesgo.

American Airlines también señaló que las aerolíneas reportan más de 4.000 vuelos al año en el Aeropuerto Internacional Will Rogers de OKC y que el impacto de la torre les causaría dificultades y restricciones de despegues.

La altura elegida no es una mera casualidad, sino que se trata de un guiño al año en que Oklahoma se convirtió en el estado 46 de Estados Unidos El complejo está siendo diseñado por AO Architects y desarrollado por Matteson Capital. Su fundador, Scott Matteson, también quiso declarar que esperaba cierto rechazo y que las noticias no le han sorprendido. «Estamos esperando el informe completo de la FAA que, supuestamente, recibiremos a finales de este mes. Si fuera necesario, la torre podría hacerse un poco más baja, pero seguiremos construyendo ahí, cueste lo que cueste», señala The Sun.

También apuntó que, no obstante, limitar el tamaño de la torre no sería lo ideal, dado que la cifra de 1.907 es tan significativa.

Las otras tres torres del complejo están planeadas para medir unos 345 pies de altura (unos 105 metros aproximados). El proyecto costará unos 1.000 millones de dólares y, según señalaron fuentes cercanas al mismo: «Tenemos absoluta confianza en la visión y el diseño de este desarrollo emblemático, que representa la inminente transformación de Oklahoma City en un destino global y su audaz paso hacia el futuro». Por ahora, se va a proceder con la construcción de la primera fase del complejo, que consta de dos torres, llamadas Ruby y Emerald, las cuales tendrán 23 pisos.

Lcda. Jaira Molano – Noti/Imágenes

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