Orlando Cuicar M.
Un país sin memoria histórica, y la que a retazos enseñan en las escuelas, son los correlatos de honor y valentía de los héroes militares endiosados, la construcción del país ha sido más por negocios de castas que por desarrollo económico, progreso tecnológico y valores humanos.
El caudillismo creado por La Ley del Secuestro del 1.817. Donde se permitía robar, saquear, los bienes, haciendas y negocios de los españoles y canarios, convirtieron a los jefes militares en acaudalados hombres con dinero, y nació la oligarquía militar de Páez, Mariño y Monagas y con ello la unión en una sola mano del ejército y los grandes propietarios y así los comienzos anti democrático s desaparecieron la Constitución del 1.811, y las Constituciones Provinciales, definidas en un Estado Federal Descentralizado y Democrático.
Todo el cuerpo teórico civil fue sustituido por Bolívar con el Proyecto de un gobierno provisorio para Venezuela. Trasladar la » guerra a muerte» a la política significo: exclusión, atropello, Orden y Mando y violación del orden legal.
De modo que la Ley de Secuestro del 1.817, además de confiscación de propiedades, nepotismo militar, abandono del campo productivo y segregación de la sociedad civil. Fueron males tan terribles, que de los 213 años de república, 164 han sido presidido por un militar y 49 por civiles entre ellos el cívico-militar actual que sostiene el trono de Miraflores.
El fracaso como Republica lo estamos viviendo en la actualidad y la dirigencia inapropiada sin programas ni proyectos creíbles para retomar el sendero perdido trazado por nuestros proceres de la independencia y padres fundadores de la república Federal Descentralizada, como lo fueron; German Roscio, Cristóbal Mendoza, Manuel Palacios Fajardo, Martin Tovar Ponte, Francisco de Miranda y otros, todos, fueron echado al olvido. No hemos atinado, no hemos renunciado al mesianismo ni a conjurar al » gendarme necesario bolivariano». Siempre condenados a la búsqueda de un hombre superior para que resuelva nuestras necesidades inmediatas, a quien invocamos a cambio de la hipoteca de nuestra dignidad para no asumir el peso de nuestros propios proyectos de vida y de nuestro destruido Estado Zulia.
Creer que solamente cambiando al director de la orquesta la música suena mejor ha sido nuestro gran error conceptúa cometidos una y otra vez sin atender los más esencial, Las Repúblicas Centralistas con gobiernos unitarios en el mundo son las peores administradas y Venezuela es un digno ejemplo.
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