Orlando Cuicar M.
El pueblo venezolano desde el punto de vista sociopolítico y filosófico, es: » Un pueblo Rebaño «. Acostumbrado desde Bolivar a seguir a un semi dios instalado en el Olimpo caraqueño, les proveen las esperanzas que solo siendo seguidores de alguien estos logran tener exito en la vida, de modo que todos los proyectos de vida dependen de otra persona. Ese modelo centralistas estrecho crearon a los hombres más terribles de la humanidad; Hitler, Musolini, Polpot, Estalin, Fidel Castro y hoy Maduro, que produjeron holocaustos y genocidios dónde gobernaron. En el caso de Hitler al caer la dictadura en los juicios de Nuremberg, tanto perpetradores como los facilitadores legales y sus jueces fueron ejecutados.
El modelo venezolano caracterizado por » El Hombre Rebaño «, de le puede comparar con la rana que en una olla en la cocina, se comienza a incrementar la temperatura y está se va acostumbrado hasta que explota por el calor y nunca se da cuenta, porque no sabe en qué entorno se encuentra.
El líder real verdadero, es el que sigue las reglas exactas para llevar a cabo una acción que soluciona problemas al pueblo, y para ello se debe contar con el equipo adecuado y probado reconocidos por el pueblo. Un buen profesional no es el que acumula más títulos en una disciplina, sino, el que sabe hacer mejor las cosas con resultados medibles. Por ello que vencer es solo una fase del proyecto, porque lo más importante es cobrar y convencer. En caso nuestro todos apostamos a MCM, y esta proporcionó al competidor y cobrador, para luego renunciar y colocarla a ella en la posición ganadora real. El pueblo perdió el miedo y le dió un fulminante triunfo en la contienda, pero, como en el boxeo al vencedor siempre le levantan la Mano.
Cada día que pasa Maduro y sus secuaces se aprovechan del país ganan espacios postizos y continúan como si nada hubiera pasado. Pero, el ganador de la contienda al no juramentarse como se prescribe en todas las reglas de juego político institucional, simplemente fue un jugador ineficiente que demuestra mucho miedo al cuero del tigre muerto, que cada día que pasa revive y toma posesión de lo que no le pertenece.
Edmundo debe Juramentarse y nombrar a María Corina Machado como VicePresidenta, porque en estás tierras de desgracias si Dios lo llama al paraíso, entonces, nos quedamos si nada, y ya sería difícil comenzar de nuevo porque a nadie lo capan dos veces.
Siendo Constitucionalmente Presidente aún en el Exilio, la representación legal del país tendría a EGU como representación licita de Venezuela, y no tendría que andar pidiendo favores ni audiencias con terceros ni mucho menos caridad política.
Con EGU, y el TSJ Legítimo se procedería a solicitar el apoyo militar externo y de una vez organizar una Asamblea Constitucional Originaria resolviendo la abominable violación de la Constitución del 61, y encarrilar hacia una Constitución Federal Descentralizada Parlamentaria Democrática Capitalista y darle paso al mejor tipo de gobierno a través de las Constituciones Estadales que serán creadas y volver a lo que nuestros padres fundadores de nuestra República en 1.811. Cuando fuimos una confederación de provincias encadenadas en Los Estados Unidos de Venezuela. Donde el presidencialismo, el hombre providencial dónde las sociedades «rebaños» con dirigentes pacotillas borreguiles desaparezcan de nuestro mapa venezolano.
Si EGU no se Juramenta como Presidente Constitucional, entonces las diferentes sociedades borreguiles sin rumbo arrastrarán al pueblo a un suicidio colectivo.
Orlando Cuicar M.
Economista- Lic. Filosofía. Prof. Titular LUZ.
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