¿Votar, abstenerse o capitular?

Lcdo. José Aranguibel Carrasco

«Más vale ser vencido diciendo la verdad que triunfar por la mentira».

Mahatma Gandhi

Dice la historia que en el año 1.823 el último capitán general de España en territorio venezolano, Francisco Tomás Morales, no tuvo otra posibilidad que firmar el 3 de agosto su rendición y salida definitiva de Venezuela, al tener que estampar su rúbrica en la Casa de la Capitulación.

Esa vieja casa que mantiene intacto su hermoso aire y perfil colonial está ubicada en Maracaibo, verdadero y último escenario donde quedó sellada la independencia definitiva de nuestro país, a solo días de la paliza que sufrieron los europeos en la Batalla Naval del Lago el 24 de julio.

La analogía –a casi 202 años de aquellos sucesos de nuestra historia–, guarda de alguna manera relación con el escenario de la actual coyuntura política de Venezuela, donde los factores en pugna, entre oficialistas y opositores, protagonizan, díganos, una epopeya política en la que «los héroes y los eventos son a menudo exagerados o idealizados, pero están diseñados para transmitir un mensaje sobre el pasado, presente y futuro de la nación».

Claro, doscientos años atrás, el malogrado Francisco Tomás Morales no tuvo a su favor la posibilidad de contar con un recurso democrático electoral para consultarle a los venezolanos de la época, si estaban en desacuerdo o no, que el imperio que él representaba le asistía el derecho de continuar gobernando estas tierras. Derrotado, vencido y aniquilado no le quedó de otra que recoger sus macundales y salir rumbo a Cuba y luego a su natal España.

Los venezolanos tenemos en puertas otro proceso electoral el 27 de julio cuando serán disputadas 335 alcaldías y 2 mil 471 cargos a concejal, donde, una vez más, el estigma de la abstención gravita en torno al llamado a no votar formulado por María Corina Machado el 25M, algo que es de esperar que suceda, seguramente no en los próximos días, pero si cercano a la fecha anunciada por el CNE.

El gobierno luego de su triunfo arrollador obtenido el 25M, gracias a la alta abstención que lo convierte en el mayor favorecido, accionó un plan rápido sin perder tiempo y en una reacción, tipo iguana, cayendo y corriendo, sorprendió al país adelantando la fecha de estos comicios a realizarse dentro de un mes y algunos días.

Sin permitir que su «última victoria electoral» pierda fuerza, calor y enfríe sus efectos en el ánimo de la gente de la oposición aún en shock, angustiada, atormentada y entristecida por las consecuencias del discurso de no votar, liderado por María Corina Machado, recurre habilidosamente a adelantar las elecciones, seguramente, confiados en que quien pega primero lo hace dos veces.

El gobierno de esta manera demuestra que no ha estado jugando carrito, no permanece distraído, debilitado, ni mucho menos que es subestimable. Exhibe que le ha funcionado una mejor estrategia y suma de su lado más poder político y territorios arrebatados a la oposición, mientras los errores hacen estragos en un adversario mayoritario, pero sin fuerza ni voluntad para unirse.

Si bien el significado de capitular «implica rendirse, ceder ante una fuerza superior o aceptar condiciones impuestas, generalmente en un contexto de conflicto o negociación», también, «puede referirse a la rendición de un ejército, una plaza o a la aceptación de términos en un acuerdo». En palabras sencillas y extrapolando una realidad es entregar todo, es rendirse, duele decirlo, pero es lo que sucede.

Asimismo, validar un capricho de abstenernos y no votar es «no participar o no tomar una postura en un asunto, ya sea por falta de interés, por no querer tomar partido o por no estar de acuerdo con las opciones presentadas». En ambos escenarios el daño es el mismo e irreversible donde lastimosamente ha privado más el egoísmo y la maldad.

Lo estamos viendo en nuestro país, donde, lamentablemente, la polarización política entre gobierno y oposición, no existe, desapareció, pero si funciona a cabalidad, a sangre y fuego, entre sectores opositores, donde el ego, odio y mucha ambición está por encima del interés de la gente. Los sueños y fantasías han reemplazado la racionalidad.

En tanto en el chavismo el juego es a seguir dividiendo, dispersando y fraccionando a sus adversarios opositores disgregados, dispersos, debilitados y entretenidos, en algo muy parecido al chiste de los dos borrachitos que pelean por una misma botella que no tiene ningún contenido en su interior.

En el caso de la principal región electoral del país esa verdad quedó expresada en la derrota de la reelección opositora a la Gobernación del Zulia, donde la narrativa del odio que llamó a no votar logró su propósito. Ese objetivo de derribar a quien piense contrario quedó en evidencia.

El resultado de esa hazaña solo explicable en mentes perversas tiene una lectura inmediata con el traspaso del poder político al candidato del Polo Patriótico, Luis Caldera, quien, por cierto, hoy a las 2:30 pm asume el principal cargo político del primer estado de Venezuela. El discurso promotor del abstencionismo de María Corina Machado fue el mejor aporte al ganador en el Zulia y al inquilino de Miraflores.

Es pertinente recordar que hay cosas que por sabidas se callan y por calladas se olvidan, pero no hay que desconocer que en las elecciones del 21 de noviembre del año 2.021, la unidad opositora ganó la Gobernación del Zulia, 15 de 21 alcaldías, 9 de 15 diputados del Consejo Legislativo y la mayoría de Concejos Municipales y concejalías.

Esa fortaleza está en pico e’zamuro si y sólo si la gente lo permite. Hoy esa relación ha cambiado drásticamente. Es evidente, insoslayable y una realidad que está ahí. Sólo quedan alcaldías y cámaras municipales, cuyo futuro dependerá única y exclusivamente de la decisión consciente y muy personal de cada elector.

En cada persona recae esa responsabilidad ciudadana de cambiar o no la correlación política del 27J. La historia pasada debe refrescarnos el recuerdo. Eso no sólo sucederá en el Zulia sino en los estados Barinas y Nueva Esparta, donde el llamado del discurso del odio a no votar desplazó también a sus gobernadores opositores.

En resúmen, ¿es una incógnita el futuro de la correlación de las fuerzas políticas en los 21 municipios del estado Zulia?. No lo sabemos. Eso dependerá de cada uno de quien decida o no votar. ¿Significará un paso atrás o adelante?. Lo sabe cada persona. Lo cierto es que votar, abstenerse o capitular es la próxima página que escribirá cada ciudadano de la que será la historia del estado Zulia después del 27J. ¡Amanecerá y Veremos!.