Apreciados venezolanos:
Te escribo en las horas postreras del año que se va, para pedirte que sigas adelante, con ese paso hacia el porvenir, siempre, movidos por la esperanza. Que la fuerza de los vientos de este nuevo año, junto a la fe, sean ese combustible que no dejará apagar los motores de nuestra determinación de persistir. Te pido que tengas presente, que nada se lograra en esta vida, si no somos perseverantes. Si flaqueamos nos vencen, y mas fácil y humillante será la derrota, si no estamos pertrechos de ese coraje que nos impulsa a desafiar todos los riesgos, sin que eso signifique que no experimentamos miedo, pero cuando el valor es mas grande, también serán mayores las posibilidades de domar esos temores.
Te pido que al cruzar esta media noche, dejes atrás esos recuerdos ingratos de los momentos que protagonizaron los que se olvidaron de los compromisos asumidos con la Venezuela decente, a la que le dan vida esos millones de ciudadanos que no han dejado de escarmentar suplicios y sin embargo, allí están, dando la cara, erguidos, sin rendirse a los pies de la tiranía.
Te pido que te abraces con la familia que te sigue dando calor en la cercanía y respires profundo para sobrellevar ese dolor de patria ausente que hace lagrimear a los hijos que están fuera del vientre de la tierra que los parió. Saca tu mirada por ese postigo y dale un beso eterno a la patria, un beso abrillantado con esa guirnalda de estrellas que cuelgan sobre tus ilusiones. Espera con euforia que salga el sol y guinda en el balcón de tu hogar un pedacito de su luz. Te pido que pintes la fachada de tu casa con la acuarela del vigor que soporte los embates de las mas furiosas tormentas.
Te pido que des por clausurado este episodio luctuoso y disponte a abrir las puertas del año que viene y con mirada optimista, encendida de fuegos artificiales, enséñale a tu espíritu de lucha, la senda en la que unidos, después de la tarea indispensable de quitar el lastre, dejemos en el basurero del pasado el bochorno de los que arriaron banderas.
Te pido que no gastes fuerzas ni toleres que la intrusa idea de resignarte ronde tu mente ¡Eso jamás! No transijas con el conformismo, eso es letal para la disposición de continuar nuestra batalla por la libertad de Venezuela y que tengas muy presente en esta hora de autocritica, que de nada sirve que esa batalla la trastoquemos en “la refriega de las culpas”.
Te pido que nos decidamos a producir los cambios, aunque sea desgarrador el trasmuto profundo de piel, veamos esos dolores como el de los partos de nuestras madres que le dieron vida a nuestra existencia. Pero tengamos presente que, si no modificamos esa conducción errada, nada cambiara para bien de los venezolanos.
Te pido que renueves tu autoestima, que estés consciente de tu dignidad, de lo que vales como persona y, sobre todo, como ciudadano que debe ser el protagonista estelar de esta cruzada irrenunciable para poder coexistir en un ambiente de alegría y felicidad.
Te pido que te inspires en los delirios de Bolivar en el Monte Sacro, en la grandiosidad y gloria de Miranda, en la sabiduría de Roscio, en la magia de Páez en Mucuritas y en las Queseras del Medio, en la justicia de Vargas, en el arrojo de Rondón en Pantano de Vargas y en las ilusiones de los jóvenes que, con escudos de cartón, mostraban el acero de sus convicciones.
Te pido que no dejes de creer en ti, en lo que juntos podemos hacer por la Venezuela libre y soberana de nuestros desvelos, y que hoy mas que nunca saques voz y fuerza para entonar, emocionados, el Gloria Al Bravo Pueblo.
Antonio Ledezma y Mitzy Capriles de Ledezma.
31 de diciembre de 2022.