Los principios socialcristianos se imponen muy por encima de Cain y Abel por ser valores legados inspirados en el bien común y su calidad en el servicio dejados por Jesús. Hoy toma mucho mas vigencia en el sentido de la oportunidad y la necesidad ante la crisis global, humana y espiritual como fue considerado en 1946 –ya con casi 76 años de existencia y referencia. Y que tristemente muchos de esos años vienen con fracturas “cicatrizables y reconciliables como el cristianismo así lo indica”.
Conservando esta gran organización dispersa, su ideología fundacional en torno a la Doctrina Social de la Iglesia católica, o socialcristianismo, o humanismo cristiano de centro derecha para la protección y defensa de la dignidad humana y todo lo que ello implica con subsidiaridad, sociabilidad y bienestar común que hoy día deben –tienen que facilitar y permitir el reencuentro de las diferentes tendencias propias en cada familia y personalizadas en una gran unidad tomando los ideales conductuales del Dr. Salas Römer, o de Capriles Radonsky, bajo las guías iniciales de un legendario Pedro del Corral, José Pérez, Victor Jiménez, Hugo Pérez, O José Lara y muchos otros.
Así como ellos, en tiempos mas modernos y que ya pasaron: Rafael Caldera, Luis Herrera, Eduardo Fernández, Lorenzo Fernández, y el mejor ejemplo de todos Arístides Calvani. Y también Nectario Andrade L. como signo de integridad, honestidad, ética y transparencia basada en el respeto y la familiaridad.
Regionalmente grandes figuras democráticas del cristianismo social actuales como Osvaldo Alvarez, Guillermo Lugo, Saady Bijanny, César Ramos P., Carlos Alaimo, Joaquin Chaparro, Mervin Méndez Q., Gustavo Ochoa, Moises Villasmil, y muchos otros que giran también en torno al ilustre Gilberto Urdaneta Bessón, quienes debieran dar un valiente y necesario paso político en un mismo día a una misma hora en un mismo sitio para apuntar desde el Zulia a la reunificación nacional con alto sentido de familiaridad y complementaridad para luchar contra el régimen depredador que nos quita la Republica. Dejando a un lado posibles desencuentros, largos pero fortuitos y superables para el rescate republicano y su plena democracia.
Los tiempos escatológicos de mantener vivos a Cain y Abel ya pasaron y se superan con el legado de Jesús con divina sapiencia cristiana, ya que el perdón y el reencuentro redime. Por tanto: un encuentro “no tan casual”, un mismo día, a la misma hora (9:09 am), en un mismo sitio, junto al Altísimo frente al gran paseo Ciencias (Basílica, Catedral o Santa Bárbara para elegir) serán el mejor escenario y encuentro para dar desde el Zulia el ejemplo necesario a nivel nacional.
Lo demás les vendrá por añadidura.
Amenhotep Planas Raga
@AmenhotepPlanas