Miguel Ángel León R.

“La vida es todo lo que pasa mientras esperas que algo pase»

La vida no tiene nada que ver con el tiempo. La vida no fue ni será, la vida es todo lo que es aquí y ahora. Este momento, pero la mayoría espera ese momento para un futuro  indeterminado, cuando logren un objetivo o alcancen cierto estatus.

Siempre me pregunté cuál debería ser mí prioridad en la vida:

*¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar?*

Hasta hace poco yo pensaba que ambas opciones estaban erradas, aunque esa fuera la práctica común de la mayoría, llegué a la conclusión de que lo mejor es *trabajar en el vivir,* ignorando en ese momento que trabajar en el vivir es igual de agotador que las anteriores.

Pienso que todo comenzó con la premisa que me inculcaron mis padres, quienes sin darse cuenta, me programaron para estudiar a fin de poder encontrar en el futuro un buen empleo, que me permitiera algún día llegar a ser alguien, y de esta forma; poder ganarme la vida.

Obviamente esta es una idea que surgió de la ideología de vida de la era industrial.

Lo que mis padres no advirtieron a pesar de su buena intención, es que con ese pensamiento me estaban condicionando por completo, anulando así mí capacidad para desarrollar todo mí potencial.

Obviamente ellos eran víctimas de ese condicionamiento social al igual que sus padres. De hecho; eso era casi un credo que le transmitían casi todos los padres a sus hijos en esa época.

Vivir así es un estado muy miserable para experimentar la vida, porque es un acto de negación en si mismo, en primer lugar; estás validando la idea de que no eres nadie en ese momento.

Estás posponiendo para un futuro incierto el disfrute de la vida, y lo que es mucho peor aún; crees que no eres nadie en la vida a menos que logres ese empleo soñado, que te permita ganar suficiente dinero, para alcanzar el estatus que tú supones que es el apropiado para ganarte la vida.

En otras palabras; actúas inconscientemente, ignorando que toda tú vida se escurre como el agua entre los dedos

mientras estudias y trabajas para llegar a ese momento.

Es así como el ser humano sin darse cuenta, posicionó al dinero como lo más importante en su vida, esta es la razón por la cual el dinero se convirtió en el mayor motivador de la conducta humana.

Todo o casi todo en este mundo se hace por dinero, tanto lo que catalogamos cómo bueno como lo malo.

Ahora no es tan descabellado entender lo que dijo el señor: *»El amor al dinero es la raíz de todos los males en este mundo»*

Es un error pensar que esforzarte en hacer algo te ayudará a ser alguien algún día. La verdad es todo lo contrario. El hacer no conduce al ser, el ser en cambio siempre produce el hacer que refleja quien eres en tu vida.

El ser siempre refleja tú esencia, pero el hacer fruto de la programación jamás lo hará. En otras palabras; el ser determina tu hacer y no al revés. No tienes que hacer nada para ser quién siempre has sido.

Tu verdadera prioridad en la vida es descubrir quién ya eres, cuándo lo hagas, tu hacer será un reflejo genuino de ti y no de la programación del sistema.

Te preguntarás: ¿A qué mundo se refiere? Y la respuesta es directa: la Matrix que gobierna el pensamiento de la gran mayoría, en esta ilusión que todos llaman realidad.

Estoy hablando del sistema que te  programó para creer que tú no eres nadie sin seguir sus reglas y las etiquetas sociales que le imponen a la mayoría.

Esta es la razón por la que la mayoría trabaja para vivir o vive para trabajar, presos en una cárcel mental creada por ellos mismos, dónde cada reo acepta sin la mayor residencia, todas las etiquetas sociales que les impone el sistema.

En este sistema no se vive, se sobrevive, todo se basa en la división, hay que competir por todo y con todos, para lograr el status en el que finalmente alcanzas eso que el sistema llama felicidad, destinado para muy pocos, quiénes a pesar de lograrlo, nunca son felices.

Pero eso no lo sabe la mayoría, que vive con la esperanza de algún día lograrlo. Ignorando en primer lugar; quienes son más allá de los conceptos, las ideologías y las etiquetas del sistema.

Aclarando: En primer lugar; la vida no hay que ganarsela, no tienes que hacer absolutamente nada para vivir, excepto vivir plenamente lo que ya es real en ti, estás vivo.

La vida no es una competencia ni un examen. La vida es un fluir constante que no está determinado por el tiempo ni por ninguna otra variable impuesta por el sistema.

No eres ni más ni menos que nadie, eres tú. Eres el creador de tu realidad. Estás vivo, elige vivir plenamente lo que ya tienes, no pospongas tu felicidad para el futuro.

El futuro no existe, lo único cierto de tu futuro es que un dia morirás, no ignores tu vida esperando vivirla en el futuro. Estás vivo aquí y ahora, en este momento. Vive el momento.

*La vida es todo lo que es en este momento.*

 *Eres más de lo que piensas, puedes más de lo que crees, hay más de lo que imaginas y Dios es mucho más de lo que te han dicho.*

El propósito de tu vida es vivirla a plenitud. Ni más ni menos, todo lo demás es programación mental de sistema condicionando tu vida para que sigas preso en la cárcel mental del sistema.

Hazte esta pregunta: *¿Quien eres realmente sin los conceptos y las ideologías sociales y sus etiquetas?*

Te daré un consejo que no me pediste; asegúrate en todos los casos de vivir desde el amor, esta es la única coordenada que te mantendrá conectado con tu esencia, sólo viviendo de esta forma descubrirás tu identidad de orígen.

Más sobre este tema en mí más reciente libro: *MUCHO MÁS* publicado en Amazon. Interesado hablar conmigo.

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