Un gran número de civiles israelíes y extranjeros fueron tomados como rehenes durante el ataque bárbaro no provocado de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023. Los informes indican que más de ciento treinta personas, entre ellas niños, mujeres y ancianos, fueron sacadas por la fuerza de sus hogares a punta de pistola y actualmente están cautivas por Hamas. 

Tales acciones van en contra de los principios del Derecho Internacional Humanitario, que prohíbe explícita y sistemáticamente el acto de tomar rehenes, calificándolo como un crimen de guerra atroz. Además, este cuerpo legal regula el tratamiento de los prisioneros de guerra (POW). De conformidad con las normas internacionales universalmente aceptadas, los rehenes civiles deben ser liberados de inmediato. Como mínimo, se les deberían conceder los derechos concedidos a los prisioneros de guerra.

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El Tercer Convenio de Ginebra estableció el marco jurídico para la protección de los prisioneros de guerra. Todos los países del mundo son parte en el Tercer Convenio de Ginebra, que también confiere un mandato especial al Comité Internacional de la Cruz Roja, confiándole un papel central en la protección de la dignidad y el bienestar de los prisioneros de guerra. 

De conformidad con las normas internacionales universalmente reconocidas, en particular los Convenios de Ginebra, los prisioneros de guerra tienen derecho a los derechos fundamentales e inmediatos, entre los que se incluyen: la potencia detenedora debe notificar la captura a las autoridades de las que dependen los prisioneros. La Cruz Roja Internacional debe tener acceso regular para visitar a los prisioneros de guerra a fin de verificar las condiciones de su detención y restablecer el contacto entre ellos y sus familias. 

Los prisioneros de guerra gravemente heridos o que padezcan determinadas enfermedades deben ser repatriados directamente a su propio país o a un hospital de un Estado neutral.

Además, está prohibida cualquier forma de tortura o crueldad. Constituyen violaciones graves de los Convenios de Ginebra los siguientes actos: homicidio intencional, tortura o tratos inhumanos, causar deliberadamente grandes sufrimientos o lesiones graves a la integridad física o a la salud. Los prisioneros de guerra tienen derecho, en todas las circunstancias, a que se respete su persona. Las mujeres deben ser tratadas teniendo debidamente en cuenta sus necesidades específicas. Se les debe dar suficiente comida y agua y recibir atención médica.

Los prisioneros de guerra también deben ser liberados y repatriados sin demora tras el cese de las hostilidades activas.

Por lo tanto, el Derecho Internacional Humanitario exige que Hamás proporcione sin demora a Israel y a los gobiernos extranjeros información precisa sobre el número y las identidades de todos los ciudadanos detenidos bajo custodia palestina. Además, obliga a Hamás a conceder acceso irrestricto a la Cruz Roja con fines humanitarios. 

Israelíes siendo capturados por terroristas de Hamás.© Ynet

Además, se espera que la organización libere sin demora o facilite el traslado a un país neutral, como Egipto, de las personas gravemente heridas o afectadas por determinadas afecciones médicas, como las personas mayores con discapacidades mentales, entre otras.

Todos los países, organizaciones e instituciones internacionales deben exigir que Hamás cumpla con sus obligaciones en virtud del derecho internacional. El Comité Internacional de la Cruz Roja debe exigir el acceso inmediato a todos y cada uno de los rehenes.

Agencias/Lcda. Jaira Molano, CNP 25040

SECRETARIA DE REDACCIÓN/Lcda. Amarilis Romero S. CNP 12267

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