México reforzará sus políticas para que sus ciudadanos regresen a su país de forma segura
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó este viernes la nueva ley fiscal de Donald Trump, aprobada ayer por el Congreso de Estados Unidos, debido a que supone la criminalización de los migrantes que viven en esa nación, ya que contempla una importante partida mil millonaria para reforzar la frontera.
«No estamos de acuerdo en que la migración deba atenderse desde una visión punitiva. La migración debe atenderse desde sus causas estructurales, con cooperación para el desarrollo», opinóla mandataria azteca.
La llamada «gran y hermosa» ley fiscal, como el propio Trump bautizó, incluye nuevas bajadas de impuestos, y recortes millonarios en políticas públicas, en favor de otras partidas, como seguridad y defensa, donde se prevé una inversión de 170.000 millones de dólares para reforzar la frontera, agilizar las deportaciones y la creación de múltiples centros de detención, como el polémico Alligator Alcatraz, una prisión en un pantano rodeada de caimanes.
Además, la ley contempla un impuesto para remesas enviadas al extranjero, lo que afecta directamente a quienes ayudan a sus familiares en sus países de origen.
Para Sheinbaum esta perspectiva del migrante como delincuente que defiende la Administración Trump no solo es «inhumana» sino que además va en detrimento de la propia economía estadounidense, tal y como él mismo ya se ha dado cuenta, después de la deportación masiva de trabajadores del campo.
«Son gente de bien, trabajadores que aportan más a la economía de Estados Unidos que a la de México», ha dicho Sheinbaum, quien ha anunciado que su Gobierno, en respuesta, reforzará los programas para que los afectados puedan regresar de forma segura y poder retomar la actividad laboral.
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